
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
Cáceres, España
Una imagen realizada en un taller de escultura fundado en Palestina en el siglo I por san Lucas, Evangelista. Que era Medico pero tambien artista. Quien, antes de morir María, talló varias esculturas tomándola como modelo. Tanta devoción tuvo a una de ellas, que quiso fuese enterrada con él en su sepulcro de Acaya (Asia Menor).
Cuando a mediados del siglo IV se hallaron los restos de este evangelista, también apareció la imagen de la Señora. Y fueron trasladados a Bizancio.
Pronto el icono de María gozó de gran devoción, pues a su intercesión se debió un prodigio operado con motivo de un terremoto que azotó la ciudad, por el año 446.
Un siglo más tarde se encontraron en Bizancio el cardenal Gregorio, enviado por el papa Pelagio II como nuncio apostólico ante el emperador, y San Leandro, arzobispo de Sevilla que había acudido a la capital del Imperio de parte de su rey San Hermenegildo para solicitar ayuda contra los moros. Gregorio y Leandro quedaron unidos por profunda amistad. Corría del año 581.
Durante su estancia en Bizancio murió el emperador Tiberio II, sucediéndole Mauricio – 582 -, que amaba grandemente a Gregorio. Al ser éste llamado a Roma por el papa, el emperador le regaló entre otras cosas la milagrosa imagen, la reliquia de la cabeza de San Lucas y la reliquia de un brazo de San Andrés.
Asi llego La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe a España en el año 581, que luego se perdió por 600 años, para milagrosamente ser rescatada, por un pastor dirigido por la propia virgen.
La imagen española de «Guadalupe» es una antigua talla de madera revestida por ricos mantos de precioso brocado que le confieren una forma triangular muy del gusto de la época.
Muy diferente al lienzo del Tepeyac, no sólo por sus rasgos ibérico-bizantinos, sino además porque lleva al Niño Jesús en su brazo izquierdo; un cetro real en su mano derecha y una gran corona de oro sobre su cabeza.
La Guadalupe de Cáceres, fue hallada en la ribera del Río Guadalupe (río escondido, en árabe) en la Sierra de Villuercas, allá por el 1326 después de la expulsión de los moros de aquella zona.
Durante la invasión de los Moros, en el año 711, la imagen fue escondida con los papeles pertinentes que documentan su historia. Aquellos que protegieron la imagen eventualmente murieron durante la conquista, razón por la cual se mantuvo perdida la imagen por siglos.
El Cristianismo sufrió por muchos años durante la ocupación de los Moros, pero la devoción a la Madre de Dios se mantuvo secretamente, para aflorar nuevamente después de la liberación. Una gran emoción se experimentó cuando en 1326 el pastor llamado Gil Cordero relató que mientras buscaba una vaca perdida una Señora radiante emergía de entre los arbustos. Después de indicarle el lugar que debía excavar para desenterrar el tesoro, ella pidió que se le construyera una capilla.


Cuando las autoridades Eclesiales fueron sumándose al lugar, encontraron la entrada hacia una cueva subterránea y además, la imagen con los documentos. A pesar de haber estado enterrada por 600 años, la imagen tallada en madera oriental, probablemente en cedro del Libano, fue examinada y se pudo constatar de que se hallaba en perfectas condiciones. La capilla que fue después construida por orden del rey Alfonso XI, y donde fue entronada la imagen, que fue llamada «Guadalupe» por la villa localizada cerca al lugar del descubrimiento.
Con gran pompa y majestad , el rey de España visitó la capilla en 1340, 14 años después del descubrimiento de la imagen. Muchas mujeres de la nobleza también han visitado la imagen de nuestra Señora a través de los años y siglos.

Las mujeres de la nobleza han regalado muchos y elaborados trajes que han adornado la imagen milagrosa. Estas enjoyadas vestiduras, todas decoradas con bordados de oro, constituyen un costoso y extenso guardarropas.. El objeto mas lujoso de esta colección es un tocado o adorno para la cabeza que contiene 30,000 piedras preciosas con el que solamente se le viste en ocasiones especiales.
La decoración va de acuerdo a la reina del santuario, quien está posada en un moderno trono esmaltado que fue diseñado en 1953.

Los trajes de Nuestra Señora pueden ser visto en la «Vitrina de la Reliquias», un cuarto contiguo al santuario.
La popularidad del santuario llego a su tope durante el tiempo de los grandes descubrimientos de Colón, quien llevaba consigo una réplica de la imagen, como lo hicieron los Conquistadores. También se dice que Cristóbal Colón oró en el santuario de Guadalupe antes de realizar su histórica expedición, y al descubrir la Isla de Karukera el 4 de Noviembre de 1493 el le cambió el nombre a Guadalupe en honor a nuestra Santísima Madre.
La Virgen se apareció en México, en el Nuevo Mundo, en 1521.
Juan Rodríguez de Villafuerte, uno de los hombres de Hernán Cortés, trajo a territorio americano una imagen de la virgen de los Remedios «para su consuelo». Era un regalo de su hermano que al entregársela le había dicho «que tuviera en ella mucha confianza, porque a él le había librado de grandes peligros en las batallas en que se había hallado y esperaba que le sucediera lo mismo en el Nuevo Mundo».
Al llegar a la capital del imperio azteca, Cortés ordenó a Villafuerte que colocara la imagen de la virgen de los Remedios, en un altar del templo mayor donde solían efectuarse los sacrificios humanos. Ahí fue expuesta por algunas semanas hasta que estalló la guerra y no se supo nada más de la pequeña imagen labrada en madera.
Durante la derrota de «la Noche Triste» el 30 de junio de 1520, Cortés tuvo que retirarse precipitadamente de México-Tenochtitlan. La escena, según cuentan los cronistas, fue espantosa: mientras intentaban huir por la calzada de Tlacopan (Tacuba), muchos de los españoles habían caído prisioneros y podía divisarse cómo eran sacrificados por los aztecas.
Exhausto y desmoralizado, el conquistador y sus hombres llegaron a un pequeño monte delante del pueblo de Tlacopan y decidieron pernoctar en ese lugar. La virgen se apareció acompañada, según se refiere, por Santiago -patrón de las Españas- y los abatidos conquistadores encontraron un remanso de paz, confiando en que la madre de Dios los conduciría a la victoria definitiva. Un año después, caía México-Tenochtitlan.
Menos de 20 años mas tarde 9 millones de los habitantes, que profesaron por siglos una religión politeísta con crueles sacrificios humanos, habían sido convertidos al cristianismo. La Virgen se aparece con un nombre que era conocido tanto por los indios como por los españoles: LA VIRGEN DE GUADALUPE (México) que es la patrona de México y de toda América. Para los españoles porque es un nombe español de la querida Virgen que se venera en Cáceres. ¿Pero, por que era Guadalupe un nombre familiar para los indios aun en aquella época?
Se cree que en la aparición a Juan Bernardino, el tío enfermo de Juan Diego, Nuestra Señora usó el término azteca (nahuatl) de «coatlaxopeuh», el cual es pronunciado “quatlasupe” y suena extremadamente parecido a la palabra en español Guadalupe. ·Coa· significando serpiente, ·tla· el artículo «la», mientras ·xopeuh· significa aplastar. Así Nuestra Señora se debió haber referido a ella misma como “la que aplasta la serpiente.”
Como Colofon, era una imagen de la virgen de Guadalupe, recien aparecida en America en 1531, la que, a bordo de la nave insignia de la flota Cristiana en la Batalla de Lepanto, librada el 7 de octubre de 1571, -la mayor batalla naval de la historia desde la antigüedad clásica, con más de 400 barcos de guerra,- la que desde el camerino de Andrea Doria, dirigia la batalla, en la que los Cristianos rescataron mas de 30.000 catolicos que eran esclavizados como remeros en las naves musulmanas, y la captura de 170 galeras y 20 galeotas apresadas a los turcos, con las que ejercian la pirateria en todo el mundo y la trata de blancas, con personas que secuestraban desde Suecia hasta Grecia y tierra santa, que vendian en el mercado esclavista islamico y que pretendian tomarse Roma, cuando el papa reclutó un ejercito cristiano que, al mando de don Juan de Austria logró la victoria sobre los Moros. Derrotando desde el pirata barbarroja hasta los visires y emires de toda el africa y el imperio otomano de la recien caida Constantinopla en 1453, el papa san Pío V organizó un rosario público el día de la batalla naval en la basílica de Santa María la Mayor, estableció la fiesta de la Virgen de las Victorias el primer domingo de octubre. Ya que en el cielo se veia a la virgen con el niño en brazos, quien estaba rezando el rosario y que dejaba caer pepitas del mismo sobre el ejercito islamico, que se convertian en balas de cañon que destruian las naves enemigas.