La época moderna de las misiones de China comienza a mediados del siglo XIX, tras el tratado de Nankín que garantizaró la tolerancia del cristianismo en dicho país. Que había sido evangelizado por santo Tomas y que incluso tuvo a la dinastía yuan, de los sucesores de gengis Khan, que se habían convertido al cristianismo, pero que fueron perseguidos hasta el exterminio por la dinastía Ming Budista, que quiso ser restaurada durante la rebelion de los Boxers.
A fines del siglo, los ingleses tenían en sus manos el ochenta por ciento del comercio exterior de China. Las autoridades chinas se alarmaron entonces ante la perspectiva de ver a su país en manos de los comerciantes europeos, como había sucedido a la India, y reaccionaron contra los «demonios extranjeros».
Con la ayuda de la emperatriz madre, Tzu-hsi, se formó una sociedad secreta para expulsar a los europeos. Los ingleses dieron el nombre de «Boxers» a los miembros de dicha sociedad, por su uso de las artes marciales.
La evangelización China había logrado que 200 de los 400 millones de Chinos abrazaran el cristianismo e incluso el protestantismo, en la biblia protestante que Hudson Taylor tradujo y que dejo grandes millonarios, como Soong Charlie, un predicador metodista que se hizo millonario vendiéndolas. May-Ling, su hija, contrajo matrimonio con Chiang Kai-Shek en 1927, el último presidente de China.
En 1900, los boxers se levantaron en armas, pusieron sitio a las legaciones de los países extranjeros y asesinaron a los cristianos, comerciantes y misioneros. Entre las víctimas había cinco obispos, veintinueve sacerdotes, nueve religiosas (todos europeos) y de veinte mil a treinta mil fieles católicos. Mas millones de chinos convertidos. En Roma se estudia actualmente la causa de cerca de tres mil de esos mártires: veintinueve de ellos fueron beatificados en 1946, y varias decenas más lo fueron bajo el pontificado de SS Juan Pablo II.
Las actas del martirio de miles de estos obispos sacerdotes y religiosas están disponibles por internet.
Durante el Levantamiento de los Bóxers , la Iglesia del Norte de Beijing conocida como Peitang, estuvo sitiada por unos diez mil Bóxers desde el 14 de junio de 1900 hasta el 16 de agosto de 1900.
Su defensa estuvo a cargo de Pierre-Marie-Alphonse Favier muerto en 1905, Vicario Apostólico. «La defensa de esa catedral constituye la página más brillante de la historia del asedio». La «exitosa defensa de la Catedral de Peitang de Pekín por parte de Don Favier fue nada menos que un milagro cristiano». Monseñor Favier valientemente resolvió mantenerla a toda costa, y así preservar la vida de los conversos que allí se había refugiado». Con la ayuda de 28 sacerdotes y monjas, todos extranjeros y sólo cuarenta y un infantes de marina franceses e italianos. De los 3.400 cristianos, 2.700 eran mujeres y niños. Cuatrocientos murieron, la mayor parte de hambre.
El levantamiento de los bóxers conocido en China como el levantamiento Yihétuán o, literalmente: ‘los puños rectos y armoniosos’, fue un movimiento, iniciado en el año de 1898, y finalizado el 7 de septiembre de 1901, surgido en la China de la dinastía Qing contra la intervención Cristiana de las grandes potencias occidentales y el Imperio Japonés, en el territorio, política, economía, religión y cultura chinas, en los últimos años del siglo XIX.
Se estima que más de 100.000 católicos fueron asesinad0s durante el conflicto, mayoritariamente misioneros.