La virgen del Amparo, del socorro o del Garrote, es una Virgen de protección.
El Niño, indiferente de lo que ocurre juega con un angelito, mientras la Virgen, con dulce pero enérgico rostro, empuña un garrote para darle al infame Belcebú su merecido.
«Ella te aplastará la cabeza» (Gn 3,15)
La Virgen portando una espada, un bastón, una lanza o un látigo son prefigura de un pasado guerrero, para recordar a los fieles que ella, como madre nuestra, siempre está vigilante y que, «por Fin Mi Inmaculado corazon Triunfará»
No en vano la virgen ha acompañado todas las guerras desde El monte el carmelo con sal Elias, pasando por Covadonga y hasta Lepanto y las guerras de Religion.
Apo 12 13 Cuando el dragón se vio precipitado en la tierra, se dio a perseguir a la mujer. Pero fuéronle dadas a la mujer dos alas de águila grande. Se enfureció el dragón contra la mujer, y fuese a hacer la guerra contra el resto de su descendencia, contra los que guardan los preceptos de Dios y tienen el testimonio de Jesús.












































