Esperar es el signo del cristiano, la esperanza es Su promesa. Ignorar el día y la hora debe estimularnos en este perseverar.
“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.» Mat 28:19
Ora y labora y no te preocupes de si mañana saldrá el sol porque de eso se ocupa Dios.
“Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia nos reengendró a una viva esperanza por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, que os está reservada en los cielos a los que por el poder de Dios habéis sido guardados mediante la fe para la salud que está dispuesta a manifestarse en el tiempo último. Por lo cual exultáis, aunque ahora tengáis que entristeceros un poco en las diversas tentaciones, para que vuestra fe probada, más preciosa que el oro, que se corrompe aunque acrisolado por el fuego, aparezca digna de alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo, a quien amáis sin haberlo visto, en quien ahora creéis sin verle, y os regocijáis con un gozo inefable y glorioso, recibiendo el fruto de vuestra fe, la salud de las almas.” 1Pe 1:4
Ocúpate de cumplir Su voluntad con alegría y la seguridad de “La esperanza de la vida eterna, que prometió desde los tiempos eternos el Dios que no miente” Tito 1:2
“Vivamos sobria, justa y piadosamente en este siglo, aguardando la bienaventurada esperanza y la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo Jesús, Tit 2:13
Tu mayor posesión es tu alma y los talentos que Dios te ha dado, es por su salvación por lo cual debes velar “En su nombre pondrán las naciones su esperanza.” Mat 12:21
No eres una casualidad. Tienes una misión que cumplir, un lugar que ocupar en Su Reino, “Amad a vuestros enemigos, haced bien y prestad sin esperanza de remuneración, y será grande vuestra recompensa, y seréis hijos del Altísimo. Lucas 6:35
Acércate a Dios y adórale “Pues cuantas veces comáis este pan y bebáis este cáliz, anunciáis la muerte del Señor hasta que El vuelva”. 1Co 11:26
“He aquí que vengo presto (sorpresivamente). Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”. Apoc. 22:7