La Semana Santa es la conmemoración anual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Por ello, es un período de intensa actividad litúrgica.
Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior (Viernes de Dolores) y se considera parte de la misma el Domingo de Resurrección.
La fecha de la celebración es variable (entre marzo y abril según el año) ya que depende del calendario lunar, no antes del 22 de marzo y el 25 de abril como muy tarde.
El Triduo Pascual inicia el Jueves Santo, con la ultima cena, el Viernes Santo en el que se conmemora la muerte de Cristo; Sábado Santo, en el que se conmemora a Cristo en el sepulcro. Y la renovación del bautismo, el Domingo de Pascua de la Resurrección .
La semana santa es precedida por la cuaresma que empieza el miércoles de ceniza, durante estos 40 días los cristianos se abstienen por respeto a Dios, de tener relaciones sexuales los viernes y como recordatorio no consumen carne este día. Cosa que también se repite durante toda la semana Santa, en conmemoración de la pasión de Jesucristo, el Dios encarnado.
Lo que celebramos, es nuestra redención, efectuada por Dios, redimir es liberar, es la verdad del triunfo de Jesús sobre el demonio, autor del mal, la muerte y el pecado, del cual Cristo nos libera revelando que hay un Dios que no solo hace milagros, sino que esta dispuesto a salvarte dando su vida por ti, eso es la Hostia, Dios encarnado y tú, al recibirlo, luego de recibir el perdon de los pecados, recibes tambien la promesa de resucitar con él al cielo..
Los cristianos durante los tres siglos de persecución Romana, la celebraban en las catacumbas, a escondidas para evitar ser martirizados.
Como los primeros discípulos se basaban en el calendario hebreo y estos, los hebreos, ahora son Deicidas, asi que los cristianos adoptaron en 325 la luna de parasceve, que es la primera luna llena de primavera , que coincide exactamente con la fecha histórica del domingo de resurrección, para la celebración del triunfo sobre la muerte.
Dando por terminada la solemnidad de la antigua Pascua, Jesus establece una nueva alianza, ordenando que se perpetúe en la Iglesia la memoria de la redención. Sustituyó la carne y la sangre del cordero con el sacramento de su Carne y su Sangre bajo las figuras del pan y del vino. Como sacerdote eterno según el orden de Melquisedec (Sal 109; Heb 7). Por ello dice: «Y habiendo tomado el pan, dio gracias».
Dio gracias: en griego se dice eujaristesas, de allí el nombre de Eucaristía. “Dar gracias tiene un sentido particular de bendición”.
Luc 22:19 Tomando el pan, dio gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: Este es mi cuerpo, que es entregado por vosotros; haced esto en memoria mía.
Asimismo el cáliz, después de haber cenado, diciendo: Este cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.
Luc 24, 7; Mateo 16, 21; 17, 12; Juan 10, 17 s.; Isaías 53, 7.
Para que no nos horrorizásemos viendo la carne y la sangre en nuestros altares, condescendiendo el Señor con nuestras debilidades, introduce la fuerza de la vida a las ofrendas, de el pan u el vino, convirtiéndolas en su propia carne real, de modo que recibamos en nosotros el cuerpo que da la vida
Jesus en la Ultima cena establece como el mas grande de los Dones, la celebracion eucaristica, que consiste en el sacrificio del cordero de Dios, Él mismo, y advierte , quien no come mi carne y bebe m sangre no tiene parte conmigo, por eso el dia que deje de celebrarse debidamente la santa misa, comienza el apocalipsis.
Todos los evangelistas afirman que Jesús murió en el día de la parasceve (Mt. 27,62; Mc. 15,42; Lc. 23,54; Juan 19,14.31), y no puede haber duda a partir de Lc. 23,54-56 y Jn. 19,31 que era viernes.
Sexto Julio Africano en una parte de su obra por conducto de Jorge Sincelo, dijo que Thallus atribuyó la oscuridad a un eclipse solar. Sexto Julio Africano objetó que tal fenómeno no ocurriría durante la pascua ya que había luna llena, por lo que la tierra estaba entre dicho satélite y el sol. No se sabe el porqué Thallus llegó a tal conclusión.
Eusebio de Cesarea (264 – 340), en su Crónica, citó a Flegón quien mencionó que durante el cuarto año de la olimpiada 202 (32/33 ) «un gran eclipse solar ocurrió a la hora sexta y que duró excepcionalmente respecto a otras, convirtiendo el día en noche pudiéndose ver las estrellas en el cielo y la tierra en Bitinia y los edificios de Nicea». Eusebio también mencionó que un cronista griego anónimo hace referencia al mismo fenómeno y algunos sismos, por lo que concluyó que fueron los eventos ocurridos durante la crucifixión.
Tertuliano en su Apologeticus, dice que los que no estaban al tanto de las profecías «atribuyeron indudablemente la oscuridad a un eclipse». Él sugiere que la evidencia es clara: «ustedes se dieron cuenta del portento que estaba escrito.»