


“Una adicción o fetichismo, es la incapacidad que tiene una persona para inhibirse de hacer algo”. Es la palabra discreta para catalogar la infestación o la obsesión satánicas.
La publicidad y los medios de comunicación utilizan cada vez más el sexo como gancho y con la tecnología se tiene acceso inmediato a la pornografía. Muchas veces sin saber en lo que se está cayendo.
El héroe es siempre tipo James Bond, rodeado de mujeres y promiscuo, o una mujer “desinhibida” y en la publicidad siempre veremos mujeres hermosas y semidesnudas vendiendo cualquier cosa, pero lo que realmente están haciendo es comprando tu alma.
Sin ninguna formación moral en los colegios, con unos padres y abuelos que se educaron durante la Revolución sexual, que podremos esperar de las nuevas generaciones?
“No queráis uniros en yugo con los infieles. Porque ¿qué tiene que ver la santidad o justicia con la iniquidad? ¿Y qué compañía puede haber entre la luz y las tinieblas?¿O qué concordia entre Cristo y Belial? ¿O qué parte tiene el fiel con el infiel? ¿O qué consonancia entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo de Dios vivo” 2Co 6:14
Esta sociedad sin criterio ni principios se desliza cada vez más rápidamente hacia el paganismo, la lasciva y la aberración, sin que nos demos cuenta. Para no mencionar la “ideología de género” que reciben los niños. Pero ese es tema aparte.
“Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si, pues, tu ojo estuviere sano, todo tu cuerpo estará luminoso;» pero, si tu ojo estuviere enfermo, todo tu cuerpo estará en tinieblas” Mat 6:21 -23
Todos los eventos deportivos utilizan porristas semidesnudas para promocionar y animar sus juegos. Lo grave es que de allí al desnudo solo hay milímetros y la astucia del tentador se ha inventado el maquillaje corporal para que no sepamos bien lo que estamos viendo, hasta cuando ya estamos enganchados en la visión del desnudo.
La pornografía es el negocio más grande del mundo, se calcula que produce más dinero que el narcotráfico y la venta de armas juntos, vinculado con el crimen organizado, la trata de blancas y la esclavitud.
“Horrible cosa es la que he visto en la casa y pueblo de Israel –Elegidos-; he visto en ella las idolatrías –Prostitución- de Efraín. Israel se contaminó. Ose 6:10
La pornografía comprende materiales lujuriosos como imágenes, revistas, videos, literatura, novelas, lo que hoy llaman “arte” que comprende esculturas, fotografía, pinturas e involucra industrias como las de la lencería, el cuero, los juguetes sexuales, la tecnología de las comunicaciones , líneas “calientes”, chat eróticos, etc. que buscan despertar la excitación y el morbo.
“¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Y voy a tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos miembros de una meretriz? ¡No lo quiera Dios! ¿No sabéis que quién se allega a una meretriz se hace un cuerpo con ella? Porque “serán dos, dice, en una carne.” Pero el que se allega al Señor se hace un espíritu con El”. 1Co 6:15 -17
Según estadísticas el 75% de los pastores protestantes sufren o han sufrido la adicción a la pornografía.
La adicción sexual se da principalmente en hombres y puede ir desde realizar llamadas a líneas eróticas, comprar material impreso, hacerse masajes constantemente hasta a buscar una scort o propiamente prostitutas.
“A fin de que Satanás no arrebate a ninguno de nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones”. 2Co 2:11
En esta sociedad hedonista, que solo busca el placer rápido y que no soporta ninguna “prueba”, mira la cruz, allí esta Jesús agonizando de amor por ti, para que sepas lo que es capaz de hacer por tu alma, y tu mientras tanto revolcándote en el vicio y la obscena lujuria de tus pecados…
Recordemos que los Baales -demonios- demandan relaciones sexuales con «prostitutas sagradas», para obtener la fertilidad para sus cosechas. Esta es la abominación y la idolatría que Dios no Tolera. Todos estamos bajo ataque demoníaco.