Pablo era un hombre bajito (3 codos), de nariz aguileña, pelirrojo con profundas entradas, de piernas arqueadas, recio de cuerpo, de ojos azul metálico, oriundo de Turquía, de un puerto llamado tarso en la desembocadura del rio Cydno al Mediterráneo.
Se educó en la escuela de Gamaliel, estaba llamado a ser Sacerdote, doctor de la ley.
Este insignificante hombre además estaba enfermo y para no verse coartado por miramientos humanos, tuvo como norma desde el principio de su apostolado no aceptar presentes. Trabajaba haciendo carpas.
Celoso de los mandamientos participó en la persecución a los “Cristianos” y fue precisamente Jesús quien le llamo al apostolado. Derrumbándolo a los 26 años de su vida “perfecta” e iluminándole la verdad, una luz tan fuerte que lo dejo ciego y por entre tres y doce años estuvo en el desierto de su conversión y preparacion.
“Bien sabéis que cuando hace tiempo os prediqué la buena nueva, lo hice entre las persecuciones y aflicciones de la carne, y en tal estado de mi carne o de humillación mía, que os era materia de tentación, no me despreciasteis, ni desechasteis. Gál 4:13-14
Le veían tan insignificante que decían…
«Sus cartas son duras y fuertes, pero en persona es poca cosa, y su palabra no vale nada».2Co 10:10
Entre el año 45 al 49, recorre Chipre, Asia Menor, Panfilia, Pisidia, Licoania, Derbe, Antioquia de Pisidia, Iconio, Listres y Antioquia antes de regresar a Jerusalén.
“Para que no me engría, me fue clavado un aguijón en la carne, un ángel de Satanás, para que me abofetee, y no me envanezca. Por esto, rogué tres veces al Señor que lo apartase de mí; pero Él me dijo: «Te basta mi gracia, porque la fuerza se perfecciona en la flaqueza».2Co 12:7-9
Pablo tenía un corazón lleno de ternura que despertaba fuerte simpatía, sentía la necesidad y el dolor de los demás.
Un segundo viaje, que dura del año 50 al 53, lo lleva a las comunidades cristianas evangelizadas por él en Asia Menor y Galacia, recorre Filipo de Macedonia, Tesalónica, Atenas y Corinto, Éfeso y Antioquia
“Todo lo puedo en aquel que me conforta, esto es, en Cristo”. Flp 4:13
Por llevar el mensaje de Jesús…
“Cinco veces recibí de los judíos cuarenta azotes menos uno. Tres veces fui azotado con varas, una vez fui apedreado, tres veces padecí naufragio, un día y una noche pasé en los abismos del mar; muchas veces en viaje me vi en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre los falsos hermanos, trabajos y miserias, en prolongadas vigilias, en hambre y sed, en ayunos frecuentes, en frío y en desnudez» 2Co 11:24
A estas pruebas simplemente decía…
“No soy yo el que vivo, sino que Cristo vive en mí”. Gál 2:20
Su tercer viaje, entre los años 53 al 58, lo lleva de regreso a Éfeso, Grecia, Corinto, llega a las orillas del Adriático, visita las islas de Mitilene, Chíos, Samos, Rodas y Siria, para regresar a Jerusalén.
Es sentenciado a muerte, apela al emperador y su ciudadanía Romana, a donde es conducido y muerto el 29 de junio del año 67, decapitado a espada en el camino de Ostia, según la tradición su cabeza rebotó 3 veces y brotaron tres Fuentes, como se le conoce hoy al lugar de su ejecución, ordenada por Nerón, perseguidor de los cristianos y anticristo, a quienes culpó maliciosamente del incendio de Roma.
Una antigua tradición asegura que antes de su muerte visitó y evangelizó España.
“Espero veros al pasar, cuando vaya a España, y ser allá encaminado por vosotros, después de haber gozado un poco de vuestra conversación”. Rom 15:24 “Una vez cumplido este oficio, cuando les entregue este fruto, pasando por vosotros me encaminaré a España” Rom 15:28
San Jerónimo (345- 419), narra que Pablo desembarco en España por Tarragona, donde aún se venera el lugar en el que predicó. Pablo convirtió en España a Xantipa, mujer del prefecto Probo, y a su hermana Polixena.