Este Martes Santo, vemos como En Jesucristo se cumplen las profecías que hablan de Él en el Antiguo Testamento, son más de 300 las que hemos identificado pero pueden ser muchisimas mas..
El cumplimiento de esas profecías comprueba que la Biblia está inspirada por el Espíritu Santo.

Leyendo Isaías en la sinagoga de Nazaret, Jesús afirma: “Hoy se está cumpliendo ante vosotros esta escritura” (Lc. 4, 21).

Isaías nació en Jerusalén hacia 765 a.C. y fue asesinado (aserrado), por el rey Manasés en 695 a.C. Isaías fue primo de Ozías y pariente de los reyes contemporáneos de Judá.
Las herejias modernas pretenden que la Biblia es solo un libro de mitos y leyendas y para demostrarlo han desprestigiado a cada uno de los libros canónicos. Lutero falsificó partes del nuevo testamento y asimilo los textos judaicos de los masoretas que niegan la venida del mesías, borrando 7 libros del Antiguo Testamento, a pesar de ser libros que formaban parte del “canon” (lista de libros inspirados) de la Biblia.
Ademas de eso han dicho que el libro de Isaías no lo escribió Isaías o que isaías no existió y otras formulas dignas de quienes han gustado del fruto de la ciencia del bien y del mal, que la serpiente hiciera comer a los padres en el eden y no han recibido la remisión de los pecados. De modo que están listos para el Juicio.
Isaias incluyó los cantos del siervo sufriente, que se refieren a Cristo, desde su nacimiento hasta la Cruz y Para que conste que la biblia es inspirada por Dios fueron escritos más de 700 años antes de Cristo.
“El Justo, mi Siervo, justificará a muchos y cargará con las iniquidades de ellos.
Por haberse entregado a la muerte y haber sido contado entre los pecadores, llevando sobre sí los pecados de muchos (no de todos) e intercediendo por los pecadores. Isa 53:12-13
“No tenía gracia ni belleza, para que nos fijáramos en él,
ni era simpático para que pudiéramos apreciarlo.
Despreciado y tenido como la basura de los hombres,
hombre de dolores y familiarizado con el sufrimiento,
semejante a aquellos a los que se les vuelve la cara,
estaba despreciado y no hemos hecho caso de él.
Sin embargo, eran nuestras dolencias las que él llevaba,
eran nuestros dolores los que le pesaban;
y nosotros lo creíamos azotado por Dios, castigado y humillado…
Fue detenido y enjuiciado injustamente,
sin que nadie se preocupara de él.
Fue arrancado del mundo de los vivos,
y herido de muerte por los crímenes de su pueblo…
Por esto verá a sus descendientes y tendrá larga vida,
y por él se cumplirá lo que Dios quiere.
Después de las amarguras que haya padecido su alma
verá la luz y será colmado” (53,3-11a).
“Por su conocimiento, mi Servidor justificará a muchos
y cargará con todas sus culpas.
Por eso le daré en herencia muchedumbres
y recibirá los premios de los vencedores.
Se ha negado a sí mismo hasta la muerte,
y ha sido contado entre los pecadores,
cuando en realidad llevaba sobre sí los pecados de muchos,
e intercedía por los pecadores” (53,11b-12).
A los fariseos que rehúsan creer en El, les dice: “Escudriñad las Escrituras ya que en ellas esperáis tener la vida eterna; ellas testifican de mí” (Jn. 5, 39).