No creáis todo lo que os dijeren¡¡¡

El Evangelio según San Lucas 11,29-32, dice;  «Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: «Esta es una generación perversa. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás»…

«Los escribas, o doctores de la ley, y los fariseos, están sentados en la cátedra de Moisés: practicad, pues, y haced todo lo que os dijeren; pero no obréis como ellos, pues dicen pero no hacen, porque ellos dicen lo que se debe hacer, y no lo hacen.  Mat 23:2

Pero ha llegado el tiempo, generación perversa, en que NO debéis escuchar todo lo que dicen, porque no solo niegan las parábolas de Cristo, sino toda su enseñanza, sacramentos y doctrina.

¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo será posible que evitéis el ser condenados al fuego del infierno?Mat 23:33

Se ha vuelto común en las Homilías, escuchar que, por ejemplo Jonás no es un personaje real, sino un mito, una leyenda o una parábola, lo mismo que Tobías, San Rafael o Job, e incluso que la biblia misma es un libro de Fantasías. Que Jericó es solo una fantasía y que Nínive no existió. También dicen que  Ruth, Judit, no son más que narraciones ficticias, totalmente inverosímiles, cuya intención es dar un mensaje.

Que el Cristo histórico «era» un resentido vecino de Cesarea de la Decápolis, lleno de envidia por la riqueza de sus vecinos y por eso montó un grupo guerrillero para hacerse al poder, pero lo mataron en el intento, aunque sus cómplices usaron su muerte y a algún pariente parecido para crear el mito de la resurrección e iniciar una guerra ayer y un gran negocio hoy, la religión por la cual se cuentan los años, después de Cristo…

Llega luego la ciencia y descubre la tumba de Herodes, la ciudad de Nínive y la de Jericó con sus enormes murallas.

Se derrumba la mentira de esas Homilías perversas, pero el daño está hecho.

Qué hacer ante este tipo de situaciones?.

Pedro lo resume claramente cuando dice»A donde iremos señor? sólo tú tienes palabras de vida eterna» Jua 6:68

Hermano, el Consagrado tendrá que presentarse ante el juicio y hay de aquel que escandalice, ese será Su castigo, pero mientras tanto hay dos cosas que puedes hacer, una es no volver nunca a esa iglesia, pero eso te acarreara cada vez tener que ir más lejos y, como están las cosas, probablemente llegará el momento en que no puedas asistir a misa porque no quieres oir que, «los pecados de la cintura para abajo ya no son pecado» o que «robar poquito no amerita confesion», incluso probablemente querrás evitar confesarte con quien te dice que «los pecados de la carne son necesarios para desfogar los instintos» y, que eso ya no es tenido como pecado, e incluso te pondrán como ejemplo de vida su homosexualismo y quién sabe qué otras barbaridades.

Jesús no se fue a ninguna parte, ésta, es la verdadera iglesia, Su iglesia, y fueron Sus pontífices y Sacerdotes los que lo juzgaron condenaron y crucificaron, luego Él claramente dijo:»Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y cargue con su cruz, y sígame. Pues quien quisiere salvar su vida obrando contra mí, la perderá; mas quien perdiere su vida por amor a mí, la encontrará».

Queda la segunda opción, quedarse, confesarse y comulgar, pero No puedes participar de las herejías del «oficiante», así que te recomiendo que saques tu rosario y lo reces con devoción mientras dicen las herejías; Escucha las lectura y el evangelio, es palabra de Dios, pero no escuches sus errores; exige que escuchen tu confesión y te den la formula oficial de la absolución, para que tenga valor, y puedas comulgar, porque ellos seguirán siendo sacerdotes en el cielo, la tierra o el abismo.

«Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la resurrección de su Hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».

Y no te preocupes que el señor ya viene, Maranatha.