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Comercio de Drogas Inglés

 

El 20 de marzo de 1841 China cede Hong Kong al imperio británico, será Territorio Británico de Ultramar hasta 1997.

Bajo la reina Victoria monarca británica y emperatriz de la India y parte de la China, empiezan las guerras del opio

En 1836, el gobierno de Daoguang emperador de China, emprendió una importante revisión de las políticas del comercio de opio. En 1811 había prohibido el Cristianismo bajo las llamadas  «Prohibiciones en materia de hechiceros y hechiceras» que sentenciaba a muerte a los europeos que difundiesen el catolicismo

En marzo de 1839, ordenó a los comerciantes extranjeros que entregaran sus reservas de opio. Confinó a los británicos a las fábricas de Cantón y cortó sus suministros.

Luego confiscó y quemo 20,283 cajas de opio.

En septiembre de 1839, el gabinete británico decidió que los chinos deberían pagar la destrucción de la propiedad británica, con el uso de la fuerza.

Bloquearon los puertos clave de los Yangtsé y el rio amarillo.

Exigieron una base territorial en Chusan para el comercio, de modo que los mercaderes británicos «no estén sujetos al capricho arbitrario del gobierno de Pekín o de sus autoridades locales en los puertos marítimos del Imperio».

En 1841, se anexaron Hong kong durante la Primera Guerra del Opio, el Reino Unido buscaba la apertura del tráfico de opio, mientras que el gobierno imperial de la China intentaba prohibirlo.

Asi durante mas de 150 años Hong Kong fue una especie de Calle del cartucho bajo la dirección de los ingleses que distribuían el opio en China e india, al tiempo que aceptaba la apertura de sus puertos al comercio internacional de estupefacientes.

El opio deriva de la planta  papaver somniferum album, conocida como adormidera y de la que se extrae la morfina y la heroína. El opio se conoce en China hace milenios, es citado en la 1º farmacopea, en el año 2000 antes de Cristo considerada como la más antigua de la humanidad.

Su uso médico está descrito en textos chinos mucho más antiguos que se remontan al siglo VIII A.C., como reconoció la Comisión Real del opio en uno de sus informes.

El comercio de drogas empezó en el siglo XVI como parte de la guerra contra el Cristianismo por parte de los holandeses que transportaban el opio desde la India e Indonesia donde se cultivaba.

En 1659 el comercio del opio seguía en importancia al de las especias y en 1750 los holandeses cargaban más de 100 toneladas anuales de opio en Indonesia, era “un medio útil para quebrantar la resistencia moral de los indonesios que se oponían a su sistema de hacienda, y financiaba sus guerras contra España”.

El Imperio Británico protestante vio el negocio y entro formalmente a explotar su colonia, India, el mayor productor.

La India fue administrada y gobernada por la compañía Británica de las Indias Orientales, que abrió una oficina en Cantón en 1715 y comenzó a inundar el país con el opio bengalí

El tráfico de opio se convirtió prácticamente en la política oficial de los bancos y la Corona Británica.

China intentó resistirse a la introducción del opio en el país por las compañías inglesas durante el reinado del emperador Yongzheng, cuyo trafico inicio con cerca de 200 cofres al año, llegarían a ser mas de 30.000 en 1840

El opio era ya considerado un arma de guerra, una forma de debilitar la resistencia a la penetración del imperio británico: “no hay el menor motivo para temer que China se convierta en potencia militar de importancia alguna, ya que el vicio agota las energías y la vitalidad de la nación”.

En 1830 el número de cajas de opio exportadas a China se cuadruplicó (18.956) y el opio había llegado ya a ser el artículo más importante del comercio internacional. En 1836 el número de cajas de opio exportadas a China sobrepasó las 30.000.

En 1838, las autoridades chinas impusieron legalmente la pena de muerte a todos los comerciantes y traficantes de opio chinos, pero no a los británicos.

El emperador escribió a la reina Victoria de Inglaterra preguntándole si “permitiría la importación a su propio país de una sustancia tan venenosa y le pidió prohibir a sus súbditos traerla a China”.

Esta declaró la guerra a China y envió desde la India su fuerza naval, se trataba de proteger su lucrativo negocio del opio y seguir debilitando a la población china convirtiéndola en adicta para de someterla.

En 1841 Lord Palmerston, primer ministro británico, en un memorando al gobernador de la India había afirmado: “…debemos intentar sin pausa encontrar en otras partes del mundo nuevas aperturas para nuestra industria (del opio)… Si nuestra expedición china tiene éxito, Abisinia, Arabia, los países hindúes y los nuevos mercados de China permitirán en un futuro no lejano la ampliación de nuestro comercio exterior”

El puerto “libre” de Hong Kong, en realidad fue creado para ser el eje del libre tráfico de drogas de Gran Bretaña y así se mantuvo durante más de un siglo.

En 1860 los británicos fundaron el Shanghai Hong Kong Bank of Commerce (HSBC) para gestionar los suculentos beneficios de su tráfico mundial de opio.

Las compañías británicas consiguieron controlar la mayor parte del comercio del opio en el país y lo duplicaron nuevamente hacia 1880, mientras extendían la droga por todo el mundo abriendo nuevos mercados.

Desde 1840 las compañías inglesas que traficaban con esclavos negros africanos introdujeron en la costa oeste de Estados Unidos cientos de miles de chinos pobres que en realidad eran trabajadores esclavos adictos al opio, los coolíes, importados en cantidades crecientes fueron quienes construyeron el Ferrocarril en USA; sólo en el año 1846 se calcula que entraron 117.000 coolíes con 230.000 libras de goma de opio y 53.000 libras de opio preparado para ser fumado.

En 1875, en Estados Unidos las estadísticas oficiales calculaban que había ya 120.000 norteamericanos adictos al opio, además de los miles de coolíes chinos.

Hacia 1885, el imperio británico había conseguido que el opio llegase a ser una de las mercancías más valiosas que circulaban por el comercio internacional

Desde 1899 hasta el 7 de septiembre de 1901, hubo una revolución de campesinos chinos contra las concesiones a los extranjeros. Se la conoce como el levantamiento de los boxers.

En un año entre 50.000 y 100.000 rebeldes fueron muertos durante la represión de la insurrección.

En 1923 se presentó a la Comisión del Opio de la Liga de las Naciones (la organización que luego se convertiría en a ONU) una propuesta para reducir un tímido 10% de la producción y del consumo del opio. Inglaterra hizo que se rechazara y que los delegados estadounidenses y chinos abandonaran la sesión. Pero se acordó crear un Consejo central de narcóticos que se limitaría a reunir información y que fue calificado como “la junta de contrabandistas”.

En 1927 los británicos seguían obteniendo oficialmente al menos el 20 % de sus ingresos coloniales del Lejano Oriente del tráfico del opio. Pero esta cifra probablemente era mayor.

El opio inglés siguió abriéndose paso en Occidente produciendo millones de adictos y un desastre social que persiste hasta nuestros días en su forma más tóxica: la heroína.

El negocio tuvo que pasar a la clandestinidad en la era de las comunicaciones intercontinentales y asi llegamos a la prohibición Americana.

Para el año 2019 muchos estados americanos han aprobado dosis mínimas y en prácticamente todo el mundo el consumo de drogas recreativas esta en proceso de legalización.

Aun no sabemos quiénes dirigen este tráfico, el negocio más grande del mundo…

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Una la Declaración Conjunta firmada por China y el Reino Unido el 19 de diciembre de 1984 en Pekín, China prometió que, bajo la política «un país, dos sistemas», el sistema económico socialista de China no se aplicaría en Hong Kong, comprometiéndose a respetar el sistema legal existente en Hong Kong antes del traspaso de soberanía por un plazo de 50 años, hasta el año 2047. China se haría cargo de la política exterior y la defensa del territorio.

Por #bottegadivina

Bottega Divina es un Canal dedicado a aplicar la tradición moral Cristiana a situaciones críticas en la política y la sociedad. Abogamos y velamos por la aplicación de los principios fundamentales de la sociedad, como el derecho natural, en los ámbitos políticos y sociales.

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