Alopen, monje sirio, predico el cristianismo en el siglo VII en China, durante la dinastía Tang, y fundó monasterios e iglesias.
En el período mongol, en el siglo XIII, el Cristianismo era la religión de los emperadores.
Hulagu khan conquisto la ciudad de Damasco, en 1260, relatos históricos describen las celebraciones cristianas que se realizaron tras la conquista.
Se celebró la misa en la Mezquita que los Omeyas de Damasco habían profanado, pues era originalmente la catedral de San Juan el Bautista.
Hijo de Tolui y nieto de Gengis Kan , Hulagu era uno de los cuatro hijos varones de la princesa mongola keraíta Sorgaqtani, cristiana, considerada sabia e incorruptible, esposa del menor de los hijos de Gengis Kan.
Hulagu era, como su hermano Kublai, uno de los príncipes mongoles más educados. No solo gustaba de rodearse de sabios, sino que también había estudiado filosofía y alquimia.
Su esposa, Oroqina Khatun, princesa keraíta, también era cristiana.
Hulagu le contó al misionero dominico David de Ashby, miembro de su corte, que quería acercar aún más su pueblo al cristianismo. Su más cercano amigo y general, Kitbuqa, refirió al historiador armenio Vartan Arewelc’i en 1264 que habían sido cristianos desde su nacimiento.
Hulagu partió hacia Bagdad en 1257. Arrebatándole a los musulmanes Bagdad y Damasco. El obispo franciscano Giovanni da Montecorvino evangelizo Pekín, pero esa misión cesó en 1368, cuando un monje budista, asesino de los turbantes rojos, inició una revolución contra la dinastía cristiana Yuan de los mongoles, arrasándola y fundaría la dinastía Ming. Prohibiendo el cristianismo y encerrando china tras una muralla. Fue durante la dinastía mongola Yuan que Marco Polo visitó China.
En 1582 Matteo Ricci y sus compañeros Jesuitas, evangelizaron hasta el comienzo de la dinastía Qing (1644). En ese período los católicos gozaron de un elevado aprecio social y de gran respeto por parte de la mayoría de la sociedad china, incluso de funcionarios del Gobierno, miembros de la familia real y estudiosos, gracias a lo cual el número de los católicos creció. antes de la controversia de los ritos, que llevó al emperador chino a proscribir el cristianismo durante cien años.
En 1842, el Tratado de Nankín concedió más privilegios a las misiones cristianas.
Los jesuitas entraron por segunda vez en China.
Durante el período republicano (1912-1949) el catolicismo contribuyó de manera significativa al desarrollo de la sociedad china. A partir de 1949 y hasta la política china de puertas abiertas de 1978, el catolicismo chino afrontó diferentes desafíos y problemas.
En 1958 la iglesia patriótica ordeno el Primer Obispo político cerca de Wuhan en la provincia de Hubei, el Partido decidió a convertir a la Iglesia Patriótica Católica en un “agente de control”.