Por el pecado, entró la muerte al mundo. Es decir que la muerte y la enfermedad vienen del maligno.
Cuando le llevaron un enfermo muy grave a Jesucristo, en un estado que no había podido ser expulsado por los apóstoles, Jesús lo increpa y lo exorciza, explicándoles luego a los discípulos que ciertos espíritus sólo pueden ser expulsados con ayuno y oración.
El Mismo Jesús da ejemplo cuando se retira al desierto 40 días en ayuno y oración para prepararse para la prueba.
Durante la peste que asoló Roma en el año 590 el papa Gregorio I lideró una procesión de rogativa, y mientras pasaban por el Castillo de Sant-Angelo que es coronado por una imagen de San Miguel arcángel, el Papa Vio como el ángel envainaba su espada, inmediatamente se dio el milagro y cesó la peste.
El milagro ocurrido en Ayora, cerca de valencia, en el sur de España, en el año 1392 y también tiene como protagonista al ángel:
«Hallábase la villa de Ayora afligida de hambre y peste en el año 1392. En el segundo lunes de enero salía de la villa una piadosa mujer llamada Liñana, para ir a la de Jarafuel, distante de allí dos leguas; y en el camino a la inmediación de aquella, en su misma huerta encontró un bello mancebo, que le dijo: vuelve a Ayora y di, que vengan y hagan una rogativa todos los años en este sitio y cesará la peste y el hambre; y replicando la buena mujer que no la creerían, el mancebo le escribió en la palma de la mano unos caracteres y desapareció. Volvió la mujer a Ayora, refirió el pasaje a Clérigos y Jurados, la creyeron, fueron en procesión e hicieron rogativa en el sitio señalado, y cesó al instante y enteramente la peste y el hambre.»
Durante las pestes de Europa había una enfermedad llamada fuego del infierno, que producía la muerte en medio de alucinaciones con demonios y las extremidades se caían del cuerpo sin sangrar en medio de dolores espantosos, solo se cura haciendo el camino de Santiago.
La peste Bubónica no entraba a las casas donde estaba expuesto el Detente, del sagrado corazón de Jesús.
Ayuno y Oración, el único remedio en la prueba.
Oración a San Luis Beltrán
ENSALMO INTERCEDIENDO CON ROGATIVA DE ORACIÓN
Criatura de Dios, yo te conjuro y bendigo en el nombre de la santísima Trinidad Padre, + Hijo + y Espíritu Santo + tres personas y una esencia verdadera y de la Virgen María Nuestra Señora Concebida sin mancha del pecado original. Virgen antes del parto + en el parto + y después del parto + y por la gloriosa Santa Gertrudis tu querida y regalada esposa, once mil Vírgenes, señor San José, San Roque y San Sebastián y por todos los Santos y Santas de tu Corte Celestial.
-Por tu gloriosísima encarnación + gloriosísimo Nacimiento + Santísima Pasión + gloriosísima Resurrección + Ascensión: por tan altos y Santísimos misterios que creo y con verdad, suplico a tu divina Majestad, poniendo por intercesora a tu Santísima Madre abogada nuestra, libres, sanes a esta afligida criatura de esta enfermedad, mal de ojo, dolor, accidente y calentura y otro cualquier daño, herida o enfermedad.
Amen Jesús.
No mirando la indigna persona que prefiere tan sacrosantos misterios con tan buena fe te suplico Señor, para más honra tuya y devoción de los presentes, te sirvas por tu piedad y misericordia de sanar y librar de esta herida, llaga, dolor, tumor, enfermedad, quitándole de esta parte y lugar. Y no permita tu divina majestad, le sobrevenga accidente, corrupción, ni daño, dándole salud para que con ello te sirva y cumpla tu santísima voluntad.-
Amen Jesús +
Yo te curo y ensalmo, Jesucristo Nuestro Señor Redentor te sane, bendiga y haga toda su divina voluntad. Amen
Jesús. Consumatum Est + Consumatum Est +.
Amén Jesús.
Enfermedad Santo
Calenturas continuas San Gil
Dolor de Parto y riñones San Zoylo
Mordeduras de perros rabiosos, serpientes y víboras Santa Quitenia
Ojos, vista Santa Lucía
Dientes y muelas Santa Polonia
Ahogo, pulmones, bronquios San Blas
Mal de los Senos Santa Águeda
Bubas y llagas San Lázaro
Peste y Landre San Roque