San Simón de Trento — popular niño mártir asesinado ritualmente por judíos el 24 de marzo de 1475.
En 1965 luego del concilio vaticano II, el arzobispo Alessandro, declaró la inocencia de los asesinos.
Como resultado del decreto del arzobispo, la Congregación de Ritos del Vaticano prohibió la veneración de sus reliquias así como la celebración de Misas en nombre de Simón.
A pesar de que incluso académicos judíos admiten el hecho histórico.
San Simón de Trento no es un santo anterior a la creación de la Congregación para las Causas de los Santos, es decir que no se le puede considerar «leyenda áurea», puesto que el mismo Papa que confirmó esta canonización fue el que instituyó dicha Congregación en 1588 (en el mismo año en que San Simón fue canonizado).
San Simón ha tenido una gran devoción a lo largo de la Historia.







