Dijo Dios a Abraham: «tu descendencia será esclava en tierra extranjera durante cuatrocientos años, y a la cuarta generación volverá aquí.» Gén 15:13-16
Efectivamente la estancia en Egipto duro 430 años Ex 12,40. Pero el pueblo que entro a Egipto era muy diferente del que salió.
Todas las personas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron entre setenta y 75. Gen 46, 27
Durante la estadía en Egipto las mujeres fueron muy fértiles, al extremo que, llegaron a ser 2 millones y medio, algunos hablan de 3 millones. “Partieron, en fin, los hijos de Israel de Ramesés a Socot, en número de unos seiscientos mil hombres a pie, sin contar los niños, mujeres y ancianos, ni tampoco a los no hebreos, los esclavos que llevaban con ellos. Ex 12,37
Flavio Josefo dice que los israelitas edificaron para los egipcios las pirámides.
Este hecho ocurrió entre los reinados de a Ramses II y Tutmosis III.
Ahora bien, sale de Egipto la descendencia de los 12 hijos de Jacob, dentro de la Cual José era el Virrey del Faraón, su esposa la hija única del sumo sacerdote y sus hermanos también asimilados a la estirpe sacerdotal que no pagaba impuestos y que no perdió la libertad y las tierras y posesiones durante las vacas flacas.
Esto nos conduce a pensar que este pueblo que vivía en entre los Egipcios, no solo era rico, sino que poseía los conocimientos y el dinero, Eran los grandes comerciantes, banqueros y constructores de Egipto, el país que más ha gastado en construcción en la historia, como lo atestiguan las pirámides, efigies y ciudades construidas en Piedra, que aun hoy son monumentales.
No en Vano el Faraon dijo a su pueblo: Bien veis que el pueblo de los hijos de Israel es muy numeroso y más fuerte Ya que nosotros. Vamos, pues, a oprimirle con arte, no sea caso que prosiga multiplicándose más y más; y que sobreviniendo alguna guerra contra nosotros, se agregue a nuestros enemigos, y después de habernos vencido y robado, se vaya de este país. Éxo 1:9. Así que algo sospechaba…
Esto nos lleva a pensar que efectivamente el pueblo elegido era esclavo de la tiranía del dinero, el lujo, el poder y la idolatría de las cosas del mundo. Descubrimientos recientes en Remeses demuestran que el pueblo que vivía allí manejaba mucho dinero, por la cantidad de monedas encontradas. No podían ser esclavos.
Resumiendo, el pueblo que sale de Egipto podría ser la clase pudiente, sacerdotal y emprendedora, que no solo es más fuerte que Egipto, como dice el Faraón, sino que posee todo su Oro. El texto bíblico menciona «vasos de plata, y vasos de oro, y vestidos» (Éxodo 12:35), y refiérese luego a Moisés indicando: «Y sacólos con plata y oro…» (Salmos 105:37).
Es de esta esclavitud que tienen que liberarse y purificarse durante 40 años en el desierto. Donde el oro no vale nada…
De hecho, mientras Moisés estaba en el Monte Sinaí el pueblo se construyó un enorme becerro de oro.