

EL ESCAPULARIO DE SAN JOSÉ
PROTECTOR EN LA TRIBULACION
El Escapulario de San José fue aprobado para la Diócesis de Verona por un Decreto de la Congregación de Ritos del 8 de julio de 1880. El 15 de abril de 1898, el Papa León XIII otorgó la facultad de bendecir e investir a los fieles en todas partes con el Escapulario. Desde la Diócesis de St. Claude, en Francia, el Escapulario, fue propagado por la orden capuchina.
DISEÑO E INSCRIPCIONES
De acuerdo con la forma decretada, los dos lados de tela o paño de lana son de color violeta: a estos se les cosen dos piezas de material de color dorado —tela, paño— de igual tamaño. En la parte de color dorado, que se pone sobre el pecho, está la representación de San José con el Niño Jesús y la vara de lirios.
En el otro lado, sobre el color dorado, está representado el Lirio, con el cual se prepara el aceite exorcistico de San Jose y que además es la Flor de la sagrada Familia
Aquellos fieles que lo lleven, según el Rescripto de la Congregación de Indulgencias, con fecha de 8 de junio de 1893 (Acta S. Sedis, XXXIV, 317), tienen la posibilidad de ganar varias indulgencias, siguiendo la aprobación de la Congregación de Ritos del 18 de abril de 1893.
FAVORES Y GRACIAS QUE CONCEDE SAN JOSÉ A LOS QUE LO USAN PÍAMENTE
El uso piadoso de este Sacramental nos recuerda tres virtudes especiales del Glorioso San José: humildad, modestia y pureza. También nos invita a recurrir a San José en nuestras necesidades, pidiéndole, por la protección de las familias a San Jose , terror de los demonios. Finalmente, el hecho de llevarlo con nosotros es un signo muy favorable para obtener la gracia de una buena y piadosa muerte por medio de la intercesión y ruegos del Custodio y Padre de Vírgenes San José.
INFORMACIÓN IMPORTANTE SOBRE LOS ESCAPULARIOS DESGASTADOS
Una vez que se nos haya impuesto el Escapulario de San José, debemos usarlo en todo momento para ser partícipes las indulgencias y privilegios concedidos. Si el Escapulario se desgasta, puede reemplazarlo por otro y no será necesario mandarlo a bendecir de nuevo, puesto que las indulgencias se invisten en la devoción del portador, no en el objeto. La forma correcta de deshacerse de los Escapularios desgastados o dañados consiste en enterrarlos o quemarlos (al tratarse de objetos benditos).
FIESTAS EN LAS QUE PUEDEN GANAR INDULGENCIA PLENARIA LOS FIELES QUE LO LLEVEN PUESTO PIADOSAMENTE
Hay Indulgencia Plenaria para aquellos que se confiesen, reciban la Sagrada Comunión no tengan afecto a ningún pecado venial y oren por las intenciones de la Sede Apostólica en los siguientes días:
El día de la imposición del Escapulario, el 25 de diciembre —Fiesta de la Natividad de Nuestro Señor—, el 1 de enero —Fiesta de la Octava de Navidad—, el 6 de enero —Fiesta de la Epifanía de Dios Nuestro Señor—, el 2 de febrero —Fiesta de la Purificación legal de Nuestra Señora—, el 19 de marzo —Fiesta de San José, Esposo de María Santísima—, el 25 de marzo —Fiesta de la Anunciación de la Santísima Virgen María—, Pascua, Fiesta de la Ascensión, el 15 de agosto —Fiesta de la Asunción de Nuestra Señora—, el 8 de septiembre —Fiesta de la Natividad de la Virgen Santísima— el 8 de diciembre —Fiesta de la Inmaculada Concepción—, el Tercer Domingo después de Pascua y en la hora de la muerte de cada quien. Se recomienda también decir cinco Padrenuestros, cinco Avemarías y cinco Gloria Patri ante el Santísimo Sacramento en dichos días.
ORACIÓN MUY AGRADABLE Y NECESARIA EN ESTOS DÍAS PARA PEDIR EL PATROCINIO DE SAN JOSÉ EN TODA NUESTRA VIDA Y, ESPECIALMENTE, A LA HORA DE LA MUERTE
A Vos recurrimos en nuestra tribulación, Bienaventurado José, y después de haber implorado el auxilio de vuestra santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro Patrocinio. Por el afecto que os unió a la Virgen Inmaculada, Madre de Dios; por el amor paternal que profesasteis al Niño Jesús, os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que Jesucristo conquistó con su Sangre, y que nos socorráis, con vuestro poder, en nuestras necesidades.
Proteged, prudentísimo Custodio de la Divina Familia, el linaje escogido de Jesucristo. Preservadnos, Padre amantísimo, de todo contagio de error y corrupción; sednos propicio y asistidnos desde el Cielo, poderosísimo Protector nuestro, en el combate que al presente libramos contra el poder de las tinieblas. Y del mismo modo que, en otra ocasión, librasteis del peligro de la muerte al Niño Jesús, defended ahora a la Santa Iglesia de Dios contra las asechanzas de sus enemigos y contra toda adversidad.
Amparad a cada uno de nosotros con vuestro perpetuo patrocinio a fin de que, siguiendo vuestros ejemplos, y sostenidos por vuestros auxilios, podamos vivir santamente, morir piadosamente y obtener la felicidad eterna del cielo. Amén.


Coronilla a San José
+ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración: Oh San José, que con amor trabajaste la madera para en esta vida, vida pasajera, a tu familia el pan de cada día proveer; Oh San José, ahora en el cielo con Cristo, que extendido en el madero en el que vida eterna al hombre dio, enséñanos a reconocer en el quehacer de cada día el camino hacia Dios.
1-Por el tiempo que a María esperaste, danos la virtud para en silencio pacientemente esperar, esto es danos la paz.
Padrenuestro, cinco Ave José (¡Dios te salve, oh José, esposo de María, lleno de gracia! Jesús y su Madre están contigo: bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María. San José ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.), un Gloria y la jaculatoria:
Amado San José haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré, la esperanza y caridad.
2-Por aceptar en castidad para María desposar, danos la virtud para vivir en pureza y castidad.
Padrenuestro, cinco Ave José (¡Dios te salve, oh José, esposo de María, lleno de gracia! Jesús y su Madre están contigo: bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María. San José ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.), un Gloria y la jaculatoria:
Amado San José haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré, la esperanza y caridad.
3-Por aceptar la paternidad de Jesús, danos la virtud para sólo hacer la voluntad de Dios.
Padrenuestro, cinco Ave José (¡Dios te salve, oh José, esposo de María, lleno de gracia! Jesús y su Madre están contigo: bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María. San José ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.), un Gloria y la jaculatoria:
Amado San José haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré, la esperanza y caridad.
4-Por el día que todo dejaste para tu Hijo salvar, danos la virtud para cumplir lo que Dios pida y vivir, como Tú, en santa obediencia.
Padrenuestro, cinco Ave José (¡Dios te salve, oh José, esposo de María, lleno de gracia! Jesús y su Madre están contigo: bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María. San José ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.), un Gloria y la jaculatoria:
Amado San José haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré, la esperanza y caridad.
5-Por el día que tu Hijo encontraste hablando con sabiduría y callaste, danos la virtud de callar y aprender a escuchar al que en nombre de Dios habla.
Padrenuestro, cinco Ave José (¡Dios te salve, oh José, esposo de María, lleno de gracia! Jesús y su Madre están contigo: bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María. San José ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.), un Gloria y la jaculatoria:
Amado San José haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré, la esperanza y caridad.
Oración: Tú, San José, patrono de las familias, protector de la Iglesia, defensor de la niñez y fiel guardián de las madres, ayúdanos para recibir la gracia y alcanzar así las virtudes gloriosas de tu corazón en la castidad, en la prudencia, en la justicia y en la humildad. Amén.
Para terminar: Oración por las intenciones del Santo Padre para que nos conduzca al triunfo del Inmaculado Corazón de María y del Sagrado Corazón de Jesús:
Padrenuestro, tres Avemarías y Gloria.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén