3 mandamiento
SANTIFICAR LAS FIESTAS
Domingo proviene del latín “dies Dominica” (‘día del Señor’), celebración de la Resurrección de Jesús.
«Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, El Domingo, en el que nuestra vida es bendecida por Él y por su muerte» (San Ignacio de Antioquía, Epistola ad Magnesios, 9, 1).
» Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos, Pero el día séptimo es día de descanso para el Señor, tu Dios. No harás ningún trabajo»
(Ex 20, 8-10; Dt 5, 12-15)
Ningún siglo comienza en domingo. El año nuevo judío jamás cae en domingo.
“Dominĭcus diez” fue asumido al español y el italiano, como nombre del primer día de la semana; de allí la palabra «domingo», «día del Señor». Los apóstoles de Jesús se reunían el domingo —primer día de la semana— para la partición del pan (Hechos 20:7).
El 7 de marzo del año 321, Constantino I el Grande decretó que el «día del sol» (actual domingo) sería observado como el día de reposo civil obligatorio.
Los paganos lo llaman día del Sol, y debemos reconocerlo como tal con la mejor voluntad, puesto que en ese día apareció la luz del mundo y en ese día amaneció el Sol de Justicia.
Antes de la Revolución francesa atea, en todos los países de tradición católica, estaban prohibidos en domingo los trabajos manuales, el comercio y el baile. Pero la revolución, empezó a contar los años, no a partir de Cristo, sino de la revolución, cambió los nombres de los días y los meses e inventó la semana de 10 días para desacralizar el domingo, que desapareció, lo mismo que la misa, los meses coincidían con el zodiaco griego, de las estaciones, a los sacerdotes se les obligo a casarse. Los días de la semana se llamaban sencillamente primero segundo y hasta década, cada día estaba dedicado a un mineral, planta, animal o utensilio de trabajo, el 24 de diciembre era el “5 del mes nivoso día del perro”.
CDC 1247 El domingo y las demás fiestas de precepto los fieles tienen obligación de participar en la Misa; y se abstendrán además de aquellos trabajos y actividades que impidan dar culto a Dios, gozar de la alegría propia del día del Señor, o disfrutar del debido descanso de la mente y del cuerpo.
Cuando falta el ministro sagrado u otra causa grave hace imposible la participación en la celebración eucarística, se recomienda vivamente que los fieles participen en la liturgia de la Palabra, o permanezcan en oración durante el tiempo debido personalmente, en familia, o, si es oportuno, en grupos familiares.
Catecismo 2169 El Domingo Es un día de protesta contra las servidumbres del trabajo y el culto al dinero ( Ne 13, 15-22; 2Cro 36, 21). Los fieles cuidarán con moderación y caridad evitar los excesos y las violencias engendrados por espectáculos multitudinarios.
La profanación del día del señor provoca la cólera de Dios. Los que trabajan el día del Señor
lo profanan. La santificación del sábado data desde la creación del mundo (Génesis 2, 3), y fue inculcada muchas veces por la Ley mosaica, pero fue tan mal practicada como hoy, en la observancia del domingo. Véase Isaías 56, 2 y 6; 58, 13; Ezequiel 20, 16; Nehemías 13, 15 ss.; Amós 8, 5, etc.
Por romper el precepto del día del Señor, Dominĭcus diez, Dios permitió que Nabucodonosor esclavizara por 70 años al pueblo elegido.
El derecho canónico define “la dispensa” a un precepto como la “relajación de una ley eclesiástica en un caso particular”, No asistir a misa el domingo es un pecado contra el 3 mandamiento de la ley de Dios, para volver a comulgar hay que confesarse de ese pecado.