Clero refractario fue la denominación que se usó durante la Revolución francesa para referirse a los obispos y sacerdotes que se negaron a realizar el juramento cívico de los principios revolucionarios, a causa de su rechazo —y el del papa— a la Constitución civil del clero. Debido a esto el clero refractario o sacerdotes fieles al evangelio, fue perseguido y obligado a emigrar o ser asesinados.
El clero apóstata, TRAICIONÓ LA FE, se pasó al 3 estado y terminó guillotinado, lo mismo les pasó a ciertos nobles. Así terminan todos los Judas…
La ilustración planeaba liquidar la vida religiosa y después esclavizar al pueblo, con unos funcionarios, disfrazados de sacerdotes, ese ha sido siempre el sueño de los tiranos, para ello elimino el clero y les dio, un plazo perentorio de 8 días, para casarse o adoptar un niño, la alternativa, la guillotina o la cárcel de Guyana, una muerte segura.
Napoleón había secuestrado al Papa Pío VI, quien en 1797 fue llevado a Francia, donde murió preso. Su sucesor el papa pio VII sufrió la cárcel, también a manos de Napoleón; para los cristianos este fue el fin de los tiempos.
Los revolucionarios se dedicaron a burlarse de Dios y su iglesia, provocando la persecución más brutal. Veamos un par de ejemplos.
El 21 de febrero de 1794 se abrió en Angers el proceso contra el R.P. Noel Pinot. Las acusaciones fueron: negación de juramento a la constitución civil y sobre todo el prohibido ejercicio de la profesión de sacerdote. Lo último, junto con el hecho de haber celebrado la Santa Misa, era suficiente para dictar sobre el padre Pinot la pena de muerte y ejecutarlo el mismo día. El sentenciado a muerte fue preguntado si quería morir con el alba puesta, proposición que aceptó con entusiasmo porque así pudo vivir todavía la más bella satisfacción: hasta el último momento ser sacerdote. El suplicio sería como la celebración de su última Misa, su ofrenda final. Así subió el padre Pinot al patíbulo, vestido con alba y casulla.
Los sacerdotes tenían que disfrazarse, cambiando constantemente de domicilio, para poder ministrar al pueblo de Dios, que permanecía fiel. Entre estos sacerdotes se encuentran dos que serán muy importantes en la vocación de San Juan Maria Vianney, el futuro santo cura de Ars: el Padre Balley y el Padre Groboz, quienes trabajaban ambos en Ecculy. Uno hacía de panadero y el otro de cocinero.
Juan Bautista en 1799 hace su Primera Comunión en Ecculy, en la casa de su mamá. Era tal la persecución que, para no llamar la atención de las autoridades, trajeron carros de heno y los pusieron frente a las ventanas y comenzaron a descargarlos durante la ceremonia para evitar ser asesinados, tenia 13 años, trabajó como pastor hasta los 18 cuando se consagro al seminario y la vida sacerdotal
«Noel Pinot, en proceso de santificación, atestiguó, llevando hasta el momento de su ejecución la casulla, que la tarea primordial, más importante y más sagrada del sacerdote es la celebración de la Santa Eucaristía según el encargo del Señor: «Haced esto en memoria mía». El 21 de octubre de 1926, el Papa Pío XI, beatificó a este valiente sacerdote.
La sangre de los mártires es semilla de Nuevos Cristianos.