Juan Francisco María de la Salud Donoso Cortés y Fernández Canedo, Vizconde del Valle y marqués de Valdegamas 1809-1853, fue un filósofo, parlamentario, político y diplomático español, funcionario de la monarquía española y tradicionalista.
En su Discurso sobre la dictadura en el Congreso de Diputados. Dijo entre otras cosas:
«Las revoluciones vienen del cielo, y vienen por culpa y para castigo de todos.
En nombre de la libertad las republicas han aceptado la dictadura; en nombre de la igualdad, y con el título de republicanos, en nombre de la fraternidad han restaurado la fraternidad pagana, la fraternidad de Eteocles y Polinices; y los hermanos se han devorado unos á otros en las calles, en la batalla mas gigantesca que dentro de los muros de una ciudad han presenciado los siglos, la república de las tres blasfemias, la república de las tres mentiras.
Las revoluciones son enfermedades de los pueblos ricos; las revoluciones son enfermedades de los pueblos libres. El mundo antiguo era un mundo en que los esclavos componían la mayor parte del género humano; alguien puede citar cuál revolución fue hecha por esos esclavos? Ninguna!!. Las revoluciones profundas fueron hechas siempre por opulentísimos aristócratas.
El germen de las revoluciones está en los deseos sobreexcitados de la muchedumbre, por los tribunos que las explotan y benefician. He ahí la fórmula de la primera rebelión del primer hombre contra Dios. Desde Adán, el primer rebelde, hasta el último impío, esa es la fórmula de todas las revoluciones.
Dios comienza por cegar siempre á los que quiere perder; para que no vean el abismo que pone á sus pies, comienza por turbarles la cabeza. Aplicando estas ideas á la política, Francia es instrumento de la Providencia en la propagación de las ideas nuevas, así políticas como religiosas y sociales, la idea católica, la idea filosófica, la idea revolucionaria. Carlo- Magno fué la Francia hecha hombre para propagar la idea católica; Voltaire fue la Francia hecha hombre para propagar la idea filosófica; Napoleón ha sido la Francia hecha hombre para propagar la idea revolucionaria.
El mundo, señores, camina con pasos rapidísimos á la constitución de un despotismo el mas gigantesco y asolador de que hay memoria en los hombres. A esto camina la civilización, y á esto camina el mundo. Para anunciar estas cosas no necesito ser profeta. Me basta considerar la combinación pavorosa de los acontecimientos humanos desde su único punto de vista verdadero, desde las alturas católicas
Citadme un solo pueblo donde no haya esclavos y donde no haya tiranía. Este es un hecho incontrovertible, este es un hecho incontrovertido, este es un hecho evidente. La libertad, la libertad verdadera, la libertad de todos y para todos no vino al mundo sino con el Salvador del mundo.
Con Jesucristo , donde nace la represión religiosa, desaparece completamente la represión política. Es esto tan cierto, que habiendo fundado Jesucristo una sociedad con sus discípulos, fue aquella la única sociedad que ha existido sin gobierno. Entre Jesús y sus discípulos no habia mas gobierno que el amor del Maestro á los discípulos y el amor de los discípulos al Maestro. Es decir, que cuando la represión era completa, la libertad era absoluta.
No hay todavía gobierno, no es necesario el gobierno , pero es necesario ya un germen de gobierno. Así en la sociedad cristiana entonces no habia de hecho verdaderos magistrados, sino jueces arbitros y amigables componedores, que son el embrión del gobierno. Realmente no habia mas que eso; los cristianos de los tiempos apostólicos no tuvieron pleitos, no iban á los tribunales, decidían sus contiendas por medio de arbitros. Obsérvese, señores, cómo con la corrupción va creciendo el gobierno.
Llegan los tiempos feudales, y en estos la religión se encuentra todavía en su apogeo, pero hasta cierto punto viciada por las pasiones humanas. ¿Qué es lo que sucede, señores, en este tiempo en el mundo político? Que ya es necesario un gobierno real y efectivo, pero que basta el mas débil de todos, y así se establece la monarquía feudal, la mas débil de las monarquías.
Con la gran reforma luterana, con ese grande escándalo político y social, tanto como religioso, con ese acto de emancipación intelectual y moral de los pueblos, coinciden las siguientes instituciones. En primer lugar, en el instante, las monarquías, de feudales, se hacen absolutas.Vosotros creeréis, señores, que mas que absoluta no puede ser una monarquía : un gobierno, ¿qué puede ser mas que absoluto? Pero era necesario, señores, que el termómetro de la represión política subiera mas, porque el termómetro religioso seguía bajando; y con efecto subió mas. ¿Y qué nueva institución se creó? La de los ejércitos permanentes. ¿Y sabéis, señores, lo que son ejércitos permanentes? Para saberlo, basta saber lo que es un soldado : un soldado es un esclavo con uniforme. Los gobiernos dijeron : tenemos un millón de brazos y no nos bastan; necesitamos mas, necesitamos un millón de ojos; y tuvieron la policía, y con la policía un millón de ojos.
Los gobiernos dijeron : no me bastan para reprimir, un millón de brazos; no me bastan para reprimir, un millón de ojos; no me bastan para reprimir, un millón de oídos; necesitamos mas : necesitamos tener el privilegio de hallarnos á un mismo tiempo en todas partes. Y lo tuvieron; y se inventó el telégrafo y ya vamos en el internet de las cosas y el 5g.
Pues bien, ó la reacción religiosa viene ó no : si hay reacción religiosa, ya veréis, como subiendo el termómetro religioso comienza á bajar natural, espontáneamente, el termómetro político, hasta señalar el dia de la libertad de los pueblos : pero si por el contrario, si el termómetro religioso continúa bajando, no habrá bastante con ningún género de gobierno, todos los despotismos serán pocos.
En el mundo antiguo la tiranía fue feroz y asoladora, y sin embargo esa tiranía estaba limitada físicamente, porque todos los Estados eran pequeños, por consiguiente en la antigüedad no pudo haber tiranías en grande escala. Pero ahora, las vias están preparadas para un tirano gigantesco, colosal, universal, inmenso; ya no hay resistencias ni físicas ni morales, viene el reino del anticristo.
Una sola cosa puede evitar la catástrofe, no se evita con dar mas libertad, mas garantías, o nuevas constituciones; se evita procurando todos, una reacción saludable, religiosa. Ahora ¿es posible esta reacción? no la creo probable. Yo he visto, y conocido á muchos individuos que salieron de la fe y han vuelto á ella: por desgracia, no se ha visto jamas á ningún pueblo que haya vuelto á la fe después de haberla perdido.
Habia en Roma, sobre el trono mas eminente, el varón mas justo, el varón mas evangélico de la tierra. ¿Qué ha hecho Roma de ese varón evangélico, de ese varón justo? ¿Qué ha hecho esa ciudad en donde han imperado los héroes, los Césares y los pontífices? Ha trocado el trono de los pontífices por el trono de los demagogos. Rebelde á Dios, ha caído bajo la idolatría. Ese es el ídolo que ha derribado á Pió IX.
El mundo, señores, no puede consentir, y no consentirá que en Roma, esa ciudad insensata, se verifique el advenimiento al trono de una nueva y extraña dinastía, la dinastía del crimen.