

Constantino decidió iniciar una nueva persecución contra los cristianos. El papa Silvestre, acompañado de un grupo de clérigos, y fieles se refugió en el monte, para evitar el martirio.
El emperador fue castigado por Dios por su tiranía y cayó enfermo de la lepra: todo su cuerpo quedó invadido de la terrible enfermedad. Como los médicos no hallaban ningún remedio a su mal, los sacerdotes paganos le recomendaron que se bañara en la sangre de tres mil niños que deberían ser degollados a tal efecto. Pero cuando el emperador se encaminaba al lugar donde tenía que tomar tan cruento baño, le salieron al paso las madres de los niños implorantes y transidas de dolor. Constantino, conmovido, decidió regresar al palacio e indultar a aquellas inocentes criaturas.
Aquella misma noche, los apóstoles Pedro y Pablo se aparecieron al emperador, diciéndole que como premio por haber renunciado al execrable crimen le revelarían como curarse de su lepra. El único que podía hacerlo era el papa Silvestre, pero si lo curaba el emperador debía comprometerse a bautizarse como cristiano.
Al día siguiente, Constantino mandó un piquete de soldados a buscar al papa Silvestre. El pontífice, al llegar ante el emperador le hizo ayunar durante una semana, como preparación. Luego lo llevó a una piscina y le mandó que se sumergiera tres veces en ella. Así lo hizo y al instante quedó libre de la lepra. A continuación el emperador se convirtió y recibió el bautismo cristiano de manos de Silvestre. tras recibir el bautismo, Constantino promulgó el edicto de Milán (313) por el que se proclamaba la libertad de culto: los cristianos quedaban libres de poder practicar su religión sin que nadie les molestara y se otorgaban y privilegios al papa, al clero y a la Iglesia Cristiana.
Hay un fresco en la basílica de los Cuatro Santos Coronados, que representa al emperador con cara compungida en la cama y con la piel llena de pequeñas lesiones puntiformes, representación de la lepra.
La dignidad imperial queda reflejada tanto en la corona que ciñe la cabeza de Constantino como en el parasol que sostiene un sirviente, así como el palacio a sus espaldas. Frente al emperador, los apóstoles Pedro y Pablo durante su aparición.
Dios le dio una señal, con este signo venceras, mostrandole la cruz en el cielo, asi que mandó a todo su ejercito a grabar la cruz en los escudos y asi consiguio la victoria, que tambien lo fue para el cristianismo.
Constantino era un hombre de guerra y el emperador del mundo, asi que el príncipe de este mundo lo engañó, a traves del obispo hereje Arrio y Constantino estuvo a punto de destruir la iglesia católica, que fue salvada gracias al mas humilde de los hombres, San Atanasio, que de niño jugaba a ser Obispo y se enfrentó no solo contra constantino, sino contra 4 emperadores Romanos, lo que permitió que la iglesia fundada por Jesus llegara hasta nuestros dias, pero ni los herejes ni los arrianos se acabaron, los que parecen escasear estos días son los Atanasios, para que conviertan a los Constantinos…