Un primero de Mayo de 1900 se clausura en Nueva York la conferencia misionera ecuménica, con participación de doscientas denominaciones protestantes de Europa y Estados Unidos, dirigido por el presidente William McKinley, el gobernador y futuro presidente Teodoro Roosevelt y el ex-presidente Harrison, con mas de 200,000 participantes .
Ya en Londres había tenido lugar la mas grande reunión inter denominacional Protestante hasta la fecha -Junio 9-19 de 1888- con 1,579 delegados de 139 diferentes sectas representando 10 países.
Representó la unión de las «iglesias» protestantes, con un objetivo común; re evangelizar a los paganos; el camino, el ecumenismo; la tarea, como lo propuso en un libro John Mott era «Evangelizar el mundo en esta generación»… son los acontecimientos más importantes de las Iglesias protestantes del siglo XX, junto con la conferencia de Edimburgo de 1910.
Poco después un concilio ecuménico llamado Vaticano II en la Iglesia Católica, haría el respectivo llamado a la Union.
“Creo que será larga y difícil la absorción de estos países por Estados Unidos, mientras sean países católicos”, dijo el presidente Teodoro Roosevelt en 1912.
Del 10 al 20 de febrero de 1916 se realizó en Panamá la Conferencia Protestante Panamericana, o congreso misionero. En aquel momento trabajaban en América Latina 50 sociedades misioneras, de las cuales se reunieron 235 delegados; del total, únicamente 27 eran latinos. El idioma oficial del Congreso fue el inglés.

Entre protestantismo e Ilustración se produjo un encuentro rápido e intenso, como se vio en la Conferencia de Edimburgo del 14 al 23 June de 1910, cuyo presidente, J.R. Mott, metodista americano, recibiría el Premio Nobel de la Paz en 1946.
La mentalidad «ilustrada» protestante alcanza su zenit, la Ilustracion era Basicamente anticatolica y anti sacramental, buscaba desmontar los dogmas, de allí surgió la Diosa Razón para reemplazar a la virgen y en el fondo al mismo Dios.
El informe Rockefeller sostuvo que el catolicismo se había convertido “en un centro peligroso de revolución potencial”. Rockefeller proveyó una masiva cantidad de fondos para propagar el Protestantismo en América Latina, blanco de una agresiva, organizada y bien fundada campaña de proselitismo protestante para debilitar a la Iglesia Católica.
De allí surgió el plan amanecer, para la expansión del protestantismo, consistente en un conjunto de estrategias para la conquista protestante de Sur america, teniendo como meta levantar una capilla por cada barrio, colonia aldea o pueblito.
Que cada grupo de personas de 500 a 1,000 cuente con su capilla y una pequeña congregación de por lo menos 10 personas, que establezcan contacto directo con todos los demás habitantes del lugar.
Esto provoco que se volcaran mas a América Latina para hacer proselitismo frontal invirtiendo recursos humanos y económicos, con ayuda del estado americano y con el uso de misioneros a cambio de prestar servicio militar y las donaciones de los magnates americanos.
Se afirmó que el Catolicismo latinoamericano no era cristiano sino pagano y que, por consiguiente, el Continente estaba necesitado de una urgente primera evangelización.
De este modo los protestantes pasaron de 250.000 en 1900 a 10 millones en 1960, 59 millones en 1993 y 70 millones en 2015.
Años después el Cardenal Hume, de la Sagrada Congregación para el Clero, dijo que en Sur América, hubo una hemorragia de Católicos hacia el Protestantismo, algunas frutos de estos acuerdos evangelizadores son así de contundentes. Los ministros protestantes superan en número a los sacerdotes católicos en relación de 2 a 1.
El Luterano Leibniz hablaba de propagatio fidei per scientiam. Es decir fue uno de los «Ilustrados» que buscaba desmontar el catolicismo y los sacramentos de Dios y reemplazarlos por la Diosa Razón.
En 1699 se fundó la Society for the Propagation of Christian Knowledge, con la fundación de librerías y escuelas para la difusión del protestantismo, La teología liberal y el Evangelio Social (social gospel) insertando en la acción misionera elementos seculares y políticas colonialistas, la predicación del Evangelio implicaba proyectos de transformación de la realidad; el énfasis se desplazaba de lo individual a lo social.
«Si alguno dijera, que en la Penitencia de la Iglesia Católica no hubiera verdadera y propiamente un Sacramento, instituido por Cristo Nuestro Señor para reconciliar a los fieles en Dios tan a menudo como ellos caen en pecado después del bautismo, sea anatema».Concilio de Trento
«El establecimiento del principio de misericordia como opuesto al de severidad ignora el hecho que en el pensamiento de la Iglesia, la condenación del error es en si misma una obra de misericordia, ya que al señalar el error, aquellos que son víctimas de él son corregidos y los otros son preservados de caer en el.»
Dr. Romano Amerio