La carta tierra desde la conferencia del Cairo, busca dar «derechos humanos» a los animales y el medio ambiente. De hecho, hay ya varios ríos, bosques, paramos y animales con estatus de PERSONA. Por encima de la persona humana, es licito matar los hijos en el vientre, o practicar la eutanasia, pero cazar un ave como el caso del halcón, da 50 años de cárcel o pena de muerte en algunos países.
Dijo Dios, Creced y multiplicaos, pues la carta de la tierra dice todo lo contrario.
Es un documento expresamente elaborado para sustituir al Decálogo, y llegar a ser el nuevo paradigma ético del nuevo milenio, declaró en 1992 el ruso Mikhail Gorbachov.
Considerando al Estado como innecesario y perjudicial para los animales y proponen la ecología profunda con esta carta de la tierra, una especie de paradigma para la nueva era, que se inició con la procesión, en hombros de la carta de la tierra, en lo que llamaron Arca de la Esperanza -remedo blasfemo del Arca de la Alianza- desde la biblioteca pública de NY hasta la sede de las naciones unidas. Donde gobernantes, reyes y funcionarios le rindieron homenaje, así como lideres de varias religiones y representantes de la teología de la liberación como leonardo Boff.
La Carta de la Tierra es una declaración internacional de principios y propuestas de corte comunista, “que pretende reemplazar los 10 mandamientos”, Dijo Mijail Gorbachev.
El ecologismo busca rebajar la dignidad del hombre, al situarlo por debajo, o a ras, de los animales y la naturaleza, busca crear una moral alternativa a la Católica.
Este es el inicio de la nueva era del colectivismo, o sociedad libertaria Anárquica-ecologista, que niega a Dios, y ha propuesto la teoría del calentamiento global, sus orígenes se remontan a la filosofía trascendental de Kant y el idealismo alemán y tiene al protestante Thoureau como su mentor y la desobediencia civil y el feminismo y la ideología de Género, como punta de Lanza.
Maathai, uno de sus promotores, declaró: “hay que volver a reescribir la Biblia. Una biblia, en la que el hombre, el medio ambiente y Dios formen parte de un todo, en el que no haya diferencias, para romper con la tradición abrahámica del judaísmo y el cristianismo que dan al hombre toda la importancia como creatura perfecta de Dios y a la naturaleza, una importancia secundaria”, es decir implantan una reingeniería social anticristiana.