El Arco iris, es el símbolo que Dios ha dejado en el cielo para recordarnos el diluvio, y como señal de su Justicia, según dice Genesis 9 15; durante los últimos años, ha sido un símbolo diferente, mas cercano a los habitantes de la pentápolis, en la que llovió fuego y de la que solo se salvó Lot. El segundo gran castigo.
Miré y vi un caballo blanco, y el que montaba sobre él tenía un arco, y le fue dada una CORONA, y salió vencedor. Apocalipsis 6 2.
Por ello no deja de ser curioso que haya sido el arco iris, el símbolo que ha surgido frente a la última gran peste, que ha sido visto en balcones y ventanas desde Italia y España hasta Inglaterra, Usa y Sur América.
Los colores de los caballos señalan, en la terminología apocalíptica, las cuatro partes del mundo: blanco, el oriente; bermejo, el norte; negro el sur; pálido, el oeste; y simbolizan las grandes plagas que provocan sus jinetes; Pero que el blanco además, del ARCO, traiga una CORONA, ya es para temblar.
La Iglesia, a través de las Conferencias Episcopales, decidió cerrar las iglesias EN EL MUNDO y privar a los fieles del acceso a los Sacramentos. El 27 de marzo, en una plaza vacía de San Pedro, el Papa presidió un espectáculo desolador, en medio de la penumbra.
Envalentonado, el alcalde de Nueva York Bill de Blasio amenazó con cerrar «permanentemente» las iglesias. En Mississippi, los feligreses recibieron multas de 500 dólares por sentarse en sus vehículos en el estacionamiento de una iglesia escuchando la transmisión de radio y un multimillonario dijo que hasta que todos no estén vacunados no volverán a la iglesia.
Mientras, una mezquita fue elogiada, en Syracuse NY, por sus esfuerzos por; «mantener la fe» durante la pandemia, mientras celebraba públicamente el rito musulman.
“En esto vi el cielo abierto, y he aquí un caballo blanco; y el que estaba montado sobre él se llamaba Fiel y Veraz, el cual juzga con justicia, y combate”. Apo 19,11
Se sabe que el Tercer Secreto de Fátima se refiere a la apostasía de la Iglesia, y varias apariciones lo han ratificado, como la Virgen de las lágrimas de Civitavecchia, o, la virgen de la tre fontana en Roma con el papa como testigo de milagros.
“Los demás fueron muertos con la espada que sale de la boca del que estaba montado en el caballo blanco; y todas las aves se hartaron de la carne de ellos. Apo 19,21
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