El bien denota la conducta que se debe preferir cuando se plantea una elección entre acciones posibles, el bien es lo opuesto al mal y es de interés en el estudio de la moral, la ética, la religión y la filosofía.
Cada idioma tiene una palabra que expresa bueno en el sentido de «tener la cualidad correcta o deseable» ( ἀρετή ) y malo en el sentido de «indeseable». Un sentido de juicio moral y una distinción «correcto e incorrecto, bueno y malo» son universales culturales .
Platón razona que la única regla de semejanza y diferencia que es relevante para las reglas particulares de vida en sí mismas, es la regla del Bien. Esta regla es la base para comprender todas las demás reglas, es lo que nos permite comprender todo lo demás y compara la regla del Bien con el sol, ya que es lo que nos permite la visión. Pero hace una distinción muy importante, «el sol no es vista» pero es «la causa de la vista en sí». Como el sol está en el reino visible, la regla del bien está en el reino de lo inteligible. Es «lo que da verdad a las cosas conocidas y el poder de conocer al conocedor». No es sólo la «causa del conocimiento y la verdad, también es un objeto de conocimiento». al igual que el ojo ve con más claridad cuando su objeto está bañado por la luz solar, también el entendimiento capta más nítidamente su objeto (ideas) a la luz de la Idea del Bien, esta proporciona la verdad a los objetos de conocimiento y la facultad de conocer al que conoce. Ni la luz ni la visión son el sol, como tampoco la verdad o el entendimiento son el bien, este merece más dignidad. La verdad es aletheia (desvelamiento), es decir, quitar el velo a las apariencias para descubrir la realidad auténtica de las cosas, las Ideas, son “objetos sobre las cuales brilla la verdad”. Platón asigna a la Idea del Bien, a la bondad o excelencia, una importancia que excede la meramente ética, es “lo que proporciona la verdad a los objetos del conocimiento y la facultad de conocer al que conoce”.
La idea de bien es el objeto más adecuado para el alma y causa de la realidad, el bien hace que las personas seamos buenas.
El bien supremo es la vida de los justos y / o la vida llevada en comunión con Dios es decir la santidad.
«¿Quién nos hará ver la dicha?». ¡Alza sobre nosotros la luz de tu rostro, Señor!» (Sal 4, 7). Jesucristo, «luz de los pueblos», ilumina el rostro de su Iglesia, la cual es enviada por él para anunciar el Evangelio a toda criatura (cf. Mc 16, 15) «luz verdadera que ilumina a todo hombre» (Jn 1, 9), los hombres llegan a ser «luz en el Señor» e «hijos de la luz» (Ef 5, 8)
el bien significa, en último término, dirigirse a Dios, que es plenitud de la bondad.
Las doctrinas Modernas se atribuyen la facultad de decidir sobre el bien y el mal e incluso «crear valores» que gozan de primacía sobre la verdad.
El hombre, en su tender hacia Dios —«el único Bueno»—, debe hacer libremente el bien y evitar el mal. Pero para esto el hombre debe poder distinguir, el bien del mal y solo hay una ley, la ley natural del derecho, que es la misma ley divina, los mandamientos, que ilumina ese discernir.
A la familia ha confiado Dios, la potestad de liberar las fuerzas del bien, cuya fuente se encuentra en Cristo, redentor del hombre.
Una respuesta a «El Bien»
El alma
divulgada
el inabordable
el invisible
en el sueño
El alma y el espíritu
está en nosotros
no ahí fuera