Apostasía es el rechazo total de la fe cristiana; según el código de derecho canónico.
Hace poco los noticieros nos mostraban filas multitudinarias de personas en Argentina para apostatar de la Iglesia, una apostasía colectiva para renunciar al catolicismo, en apoyo a la legalización del aborto.
Algunos hablan de unos 4.500 apóstatas, otros 2.500.. . Pero la cifra real es muy mayor, si consideramos que hay 1 sacerdote por cada 3.000.000, de quienes se hacen llamar católicos (1.280.000.000), cifra que hace absolutamente imposible a todos comulgar, aunque sea una vez al año, qué decir de acceder a la confesión.
Invocando los cánones 381.1 y 393 del Código de Derecho Canónico, dirigen una carta al obispo (que generalmente reparten a la entrada del APOSTATON), con el objeto de solicitarle se sirva ordenar que todo registro relativo a la persona del apóstata y mantenido por la Iglesia Católica Apostólica Romana sea eliminado. Para lo cual anexan fechas y lugares de Bautismo, Comunion, y Confirmacion
En España hay grupos de apóstatas que ayudan a Des-bautizar y asesoran a grupos de habla hispana, que se han creado en américa , suministrando asesoría jurídica y formatos para hacerlo legal.
El arzobispado tiene la obligación de responder, indicando cómo proceder formalmente, detallando lo que se pierde al apostatar (la gracia Santificante) y ofrecer una última oportunidad de discernimiento.
Luego se asienta en la partida de bautismo. y los demás sacramentos.
Pero la apostasía no es solo de laicos, en el mismo clero se ha dado una debacle, el número total de seminaristas en 1935 era de 7.401; entre los cuales había 6 nobles. En 2017 había 1.247 seminaristas y el total de ordenados fue de 109. En el año 2014, había 18.813 sacerdotes y más del 60% era mayor de 60 años…
En el transcurso del siglo XXI se ha reducido a la mitad el número de personas que residen en instituciones colectivas de carácter religioso: conventos, seminarios, monasterios, abadías y establecimientos análogos. En 2001 eran 41.137 y en 2011 18.487 residentes, según los Censos de Población y Viviendas elaborados por el Instituto Nacional de Estadística, esta caída del 40% entre 2001 y 2011 se produce tras la caída del 30% durante la década del noventa y del 50% desde el concilio hasta los años ochenta.
Ratzinger lo había previsto con estas palabras en 1969:
«Permanecerá la Iglesia de Jesucristo, la Iglesia que cree en el Dios que se ha hecho ser humano y que nos promete la vida más allá de la muerte… el sacerdote que sólo sea un funcionario social puede ser reemplazado por psicoterapeutas y otros especialistas.
Se hará pequeña, tendrá que empezar todo desde el principio. Ya no podrá llenar muchos de los edificios construidos en una coyuntura más favorable… experimentará nuevamente los sacramentos como celebracion y Sacrificio, y no como un problema de estructura litúrgica.
Será una Iglesia interiorizada, que no suspira por su mandato político y no flirtea con la izquierda ni con la derecha.
Pero tras la prueba de estas divisiones surgirá, de una Iglesia interiorizada y simplificada, una gran fuerza, porque los seres humanos serán indeciblemente solitarios en un mundo plenamente planificado. Experimentarán, cuando Dios haya desaparecido totalmente para ellos, su absoluta y horrible pobreza. Y entonces descubrirán la pequeña comunidad de los creyentes como algo totalmente nuevo».
Esto sería después de la apostasía, pero la palabra de Dios dice que; «Cuando haya acontecido la apostasía , casi general de los fieles, aparecerá el hombre del pecado, el hijo de la perdición, el cual se opondrá a Dios, y se alzará contra todo lo que se dice Dios, o se adora, hasta llegar a poner su asiento en el templo de Dios, dando a entender que es Dios… vendrá con el poder de Satanás, con toda suerte de milagros, de señales y de prodigios falsos, y con todas las ilusiones que pueden conducir a la iniquidad a aquellos que se perderán, por no haber recibido y amado la verdad a fin de salvarse.
Por eso Dios… permitirá que obre en ellos el artificio del error, que crean a la mentira, para que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la maldad o injusticia.
Así que, hermanos míos, estad firmes en la fe, y mantened las tradiciones y doctrinas que habéis aprendido, por medio de la predicación» 2Ts 2:1, 14