Hace unos 2000 años Pablo, saludaba a la Iglesia de Tesalónica…
“Porque la Buena Noticia que les hemos anunciado llegó hasta ustedes, no solamente con palabras, sino acompañada de poder, de la acción del Espíritu Santo y de toda clase de dones.
En efecto, de allí partió la Palabra del Señor, que no sólo resonó en Macedonia y Acaya: en todas partes se ha difundido la fe… abandonando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar a su Hijo, que vendrá desde el cielo: Jesús, a quien él resucitó y que nos libra de la ira venidera. Tesalonicenses 1,1-5.8-10
A Pedro sucedieron Lino, Clemente, Anacleto, Evaristo, Sixto, Telesforo, Higinio, Aniceto, Pío, Sotero, Alejandro, Víctor, Ceferino, Calixto, Urbano, Pontiano, Antero, Fabián, Cornelio, Lucio, Esteban, Sixto, Dionisio, Félix, Eutiquiano, Cayo, Marcelino, Marcelo, Eusebio, Martin I. Todos mártires por la palabra de Dios.
Los primeros 4 siglos todos los papas murieron mártires, luego ha habido en diferentes momentos de la historia otros Papas mártires, asesinados también por Dios y su palabra, pero la lista es muy larga para añadirla aquí…
«¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran. San Mateo 23,13-22.
Para la Iglesia católica, el rojo ha simbolizado siempre la sangre de los mártires que dieron su vida por Cristo, significa “la pureza del alma”, es por esta razón que los Papas utilizan zapatos ROJOS, (La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos) para recordarnos que; el fundador de esta iglesia, los primeros Papas y millones de FIELES, han dado su vida por mantenerse DENTRO de la iglesia y No apostatar, como quieren obligar los PAGANOS.
“ECHA UNOS GRANITOS DE INCIENSO Y SALVA TU VIDA” le propusieron a Santa Inés, pero ni ella, Ni nosotros estamos dispuestos a perder la vida ETERNA, para agradar al Mundo, como Jesús enseñó, “Adoraras al Señor Tu Dios”. Así que santa Inés ofrendó su vida y por eso está en el Cielo.
Otro rito papal, es el anillo que el pontífice debe llevar durante todo su pontificado, tanto en público como en privado, excepto el Viernes Santo y cuando le corresponda oficiar Misa de exequias por algún cardenal.
A la muerte del papa, el camarlengo debe destruir el anillo del pescador para evitar la falsificación de documentos. Esto lo hace retirando el anillo y golpeándolo con un martillo de plata y marfil de forma que la imagen se deforme. Ese material servirá para hacer el anillo del nuevo pontífice, de manera que a lo largo de la historia el oro del anillo del papa ha sido siempre el mismo.
Es usado para sellar toda la correspondencia privada presionando el anillo sobre lacre y para sellar las bulas y documentos papales. De esta manera demuestra que ha sellado sus palabras y responde por ellas…
Otro emblema de su dignidad y oficio pastoral, simboliza la oveja que va sobre los hombros del Buen Pastor, es el Palio Papal, hecho con lana de corderitos bendecidos por el papa en la fiesta de Santa Inés (la joven virgen que no quiso quemar incienso a los falsos Dioses) en una capilla del Palacio Apostólico. Tiene cinco cruces rojas, que representan las 5 llagas del Mesías.
«El Hijo de Dios pone (la oveja perdida) sobre sus hombros, carga con nuestra humanidad, nos lleva a nosotros mismos, pues Él es el Buen Pastor, que ofrece su vida por las ovejas. El palio indica primeramente que Cristo nos lleva a todos nosotros. Pero, al mismo tiempo, nos invita a llevarnos unos a otros». Benedicto XVI