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Arte Sacro

CONJURO CONTRA PLAGAS

 

Gregorio Nacianceno

 En el “exorcismo contra plagas, enfermedades y animales nocivos a los frutos de la tierra” de San Gregorio Nacianceno, se advierte que se han de ofrecer tres misas.

Al lugar del exorcismo se debe llevar una cruz en la mano en el momento del conjuro.

OREMOS

Omnipotente Verbo del Padre, Cristo Jesús, Dios y Hombre, y Señor de toda creatura, que diste a tus santos apóstoles la potestad de pisar sobre las serpientes y escorpiones y sobre toda la fuerza del enemigo, imploro suplicante, con pavor y temblor, tu santo nombre, para que, a mí, indigno siervo tuyo, dada la posibilidad del perdón de mis pecados, te dignes dotarme de virtud, para que, ceñido por tus brazos y tu protección, pueda ahuyentar de este lugar estas plagas…

OREMOS

Que se ponga fin, oh Señor Jesucristo, por los méritos de tu Santísima Pasión, a la postración de nuestra humildad, y reine la felicidad eterna, la prosperidad divina, la alegría serena, la fructífera caridad y la salud sempiterna. Que se aleje de nuestra tierra y de todos sus frutos la presencia de los demonios, langostas, y cualesquier otros animales que corroen los frutos de la tierra…

Asperjar con agua bendita en los cuatro puntos cardinales diciendo.

Por la virtud de esta agua bendita huyan de nosotros los diferentes enemigos, y esta plaga de langostas y enfermedades. Amén. 

Conjuro

Oh malditas langostas y alimañas que estáis en este lugar, por la virtud y la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, os conjuro +[1] y os constriño de la manera más contundente por Dios Padre + omnipotente, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible, por Dios + su Hijo Jesucristo, Nuestro señor: Por Dios + Espíritu Santo, que procede de uno y otro, y por la Cruz + y Pasión del Unigénito Hijo de Dios y por su Sangre + Preciosísima; por su Muerte y sepultura + por su Resurrección + y Ascensión y por la venida del Espíritu Santo + Paráclito, que iluminó al mundo entero, y por la purísima Virgen María + madre de Nuestro Señor Jesucristo, que en su vientre encerró a aquél que todo el orbe es incapaz de contener, cuyos santísimos pechos amamantaron al mismo Cristo, verdadero Dios y Hombre, y por todos los santísimos méritos de la misma gloriosísima Virgen María, emperatriz de los ángeles, y por los nueve coros de los espíritus celestes, y por San Juan Bautista, quien bautizó a Cristo en el Jordán, y por todos los patriarcas y profetas de Dios; por los apóstoles y evangelistas y por los santísimos pontífices Gregorio y Luis, y por todos sus méritos, gracias y virtudes, y por  todos los mártires, confesores, vírgenes y célibes, por todas estas cosas dichas os conjuro + y ordeno que no comáis en adelante, ni dañéis en lo más mínimo las mieses, siembras, árboles, viñas o hierbas…, sino huid inmediatamente y salid, y si lo contrario hiciereis, Nuestro Señor Jesucristo, que rompió las puertas del infierno y redujo a los diablos, él mismo os reduzca, maldiga y golpee por su santo ángel y rompa vuestros labios, quijadas y dientes, y os triture y desmorone.

Ahora pise con el pie algunas plagas.

A todos vosotros y a todos los malditos demonios, vuestros jefes, lo mismo que golpeó Sodoma y Gomorra, el mismo os acose, para que hagáis Su voluntad y obedezcáis Sus preceptos, de manera que redunde en gloria de Él, y maldición sempiterna para vosotros, cuya maldición confirmo sobre vosotros con todo mi corazón, así y totalmente, de manera que donde quiera os encontréis, seáis malditas. De tal modo que no podáis roer ni dañar fruto alguno de cualquier género que sea, sino que os consumáis en vosotras mismas y os extingáis completamente y os aniquiléis, de modo que no quede de vosotras el más mínimo vestigio o semilla en la posteridad; y, si por casualidad, alguna quedare, la maldigo en nombre de Nuestro Señor Jesucristo y de la Santa Iglesia Romana, y la privo de toda su virtud, de manera que sea absolutamente imposible que de ella pueda nacer ningún animal nocivo ni langosta alguna, ya de forma natural ya por ayuda o virtud de los demonios, a los que os entrego con toda mi voluntad y a todos vosotros, con todas mis fuerzas, doy a comer toda vuestra semilla. En el nombre del Padre + e Hijo + y Espíritu + Santo, y de la Bienaventurada Virgen María. Amén.

OREMOS

Señor Jesucristo, pastor bueno, que, por nosotros pecadores, derramaste tu preciosa sangre en el altar de la Cruz, para atar con tu potestad a los antiguos enemigos, te rogamos suplicantes, que te dignes atar, reducir y confundir a este maligno espíritu y a todos sus socios, para que no prevalezcan contra nosotros ni contra este lugar. Que vives y reinas, etc.

Vuelto al Oriente, dirá.

Huye maldito espíritu, conductor de estas langostas o de estos animales, con todos tus satélites y socios; huye, te insto, por la inefable Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, que es la causa total de la reparación humana, y te mando que no te atrevas a dañar este lugar por medio de las langostas o cualesquiera otros animales.

Vuelto al Sur, dirá.

De nuevo te ligo, maligno espíritu con todos tus socios, por medio de la virtud y la potencia de Nuestro Señor Jesucristo, quien quiso ser envuelto por la gloriosa Virgen María con pañales y fajas, y pendiendo de la Cruz, ligó vuestra potestad, para que no puedas por ti o por estos animales dañar este lugar ni a fruto alguno del mismo. Amén.

Vuelto hacia Occidente, dirá.

De nuevo te ato y te aprieto, maligno espíritu, por aquella admirable Resurrección que se producirá en el último día del juicio, mediante la indisoluble unión de almas y cuerpos, que no dañes a estos lugares mediante los sobredichos animales nocivos, ni los hagas dañar, sino que a todos ellos los acoses y destruyas totalmente. Amén.

Vuelto hacia el Norte, dirá.

De nuevo con más fuerza y estrechez te ato, pésimo espíritu, con las cadenas incandescentes infernales, con las que, por virtud divina, con tus pésimos socios, te encuentras atado, y te ordeno virilmente, que no puedas dañar ni hacer dañar este lugar, por medio de las plagas o animales, ni ahora ni nunca. Amén.

Asperjará con agua bendita los cuatro puntos diciendo.

Por la virtud de esta agua bendita, huyan de nosotros nuestros enemigos, y esta plaga de langostas o de cualesquiera otros animales nocivos. Amén…

ORACIÓN

Oh Dios que concediste al bienaventurado san Gregorio Nacianceno, tu confesor y pontífice, especial gracia contra la peste de langostas, concede propicio que cuantos devotamente gozamos de tus beneficios, por sus méritos y oraciones seamos liberados de la corrosión y destrucción por ellas de nuestros frutos y animales, así como de las pestes, epidemias y de cualquier otra enfermedad que pueda afectar a nuestros cuerpos. Por nuestro Señor, Jesucristo.

Amen

Apiádate, Dios omnipotente, te rogamos, de estos tus siervos, por la intercesión del bienaventurado Gregorio, tu confesor y pontífice, al que otorgaste la gracia y la virtud de extirpar las langostas y enfermedades, para que, ayudados por sus méritos, merezcamos recibir piadosamente de ti la conservación de nuestros frutos. Por Nuestro Señor, Jesucristo.

Amen

Te rogamos Dios omnipotente concedas a tus fieles suplicantes tu gracia y tu misericordia y por la intercesión del bienaventurado Gregorio Nacianceno, tu confesor y pontífice, a quien enviaste a España, como tu vicario para destruir las langostas y enfermedades, que nuestros frutos nos sirvan de nutrición, gracias a tu santa virtud y nos conservemos inmunes de cualquier lesión. Por Ntro. Señor, Jesucristo. Amen

[1] Donde aparezca la cruz, Bendecir y persignarse

Gregorio plagas

Por #bottegadivina

Bottega Divina es un Canal dedicado a aplicar la tradición moral Cristiana a situaciones críticas en la política y la sociedad. Abogamos y velamos por la aplicación de los principios fundamentales de la sociedad, como el derecho natural, en los ámbitos políticos y sociales.

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